Friend or Foe [8]

Portada británica de Friend or Foe, de Michael Morpurgo
NOVELA CORTA
Friend or Foe
(Reino Unido, 1977, 128 páginas)
Michael Morpurgo
En su página web, Michael Morpurgo cuenta cómo descubrió su vocación por la escritura, cuando tenía veintitantos y trabajaba como profesor en una escuela de primaria:
   «Teníamos que leer a los niños una historia cada día y los míos se aburrían con el libro que les leía. Decidí que tenía que hacer algo y les conté el tipo de historia que les solía contar a mis hijos; era como un culebrón, y prestaban atención. Pude ver que ahí había magia para ellos, y me di cuenta de que ahí había magia para mí».
   Esa cita da pistas de lo que es Morpurgo, un gran narrador, ya que escribe historias para que te metas de lleno. Michael Morpurgo es uno de los autores infantiles más prestigiosos del Reino Unido, pero a mí me parece que es un gran escritor, independientemente de la edad que tengas.
   «Friend or Foe» se publicó por primera vez en 1977, y cuenta cómo durante la Segunda Guerra Mundial, dos niños, David y su amigo Tucky, son evacuados de Londres para evitar los bombardeos alemanes, y se van a vivir al campo con unos padres de acogida. Cuando todavía se están adaptando al nuevo entorno, una noche que están solos, ven que un avión nazi hace un aterrizaje forzoso en un páramo cercano. Aunque nadie les cree, ellos están decididos a encontrar ese avión enemigo.
   La llegada del avión sucede casi a la mitad de «Friend or Foe», y hasta entonces Morpurgo mantiene la atención del lector contando, desde los ojos infantiles de los protagonistas, la evacuación de Londres y la llegada a su nuevo hogar. El resultado es encantador, y sobre todo destaca lo bien que dibuja Morpurgo a los niños: al principio de la novela David está angustiado porque se tiene que separar de su madre; durante el trayecto en metro y en tren, caracteriza perfectamente a tres profesoras (una no hace más que machacar a Tucky; y tiene mucha gracia cuando Tucky se angustia porque por el peso de la directora, con quien comparte asiento, se escurre hacia su lado); y cuando llegan al campo, es genial cómo se tienen que ir a vivir juntos a la granja del Sr. Reynolds (Reynolds llega tardísimo a la cita, pero se niega a que separen a los dos amigos).
Un poco más tarde descubres lo que siente David por su padre (lo mataron los alemanes en la guerra, por lo que los odia) y Tucky por el suyo (no mucho cariño, ya que siempre le anda gritando); y cómo Ann, la mujer del Sr. Reynolds, también odia a los alemanes porque mataron a su padre en la Primera Guerra Mundial.
   Entonces viene el avión. Tras volverse el hazmerreír del pueblo, porque el ejército no descubre nada en el páramo, de casualidad David y Tucky encuentran a dos soldados alemanes. Uno está herido, y el otro está esperando a que su amigo se recupere para poder huir. Para justificar que David y Tucky los ayuden, Morpurgo tiene la gran idea de que el soldado sano le salve de morir ahogado en un río.
   Entonces los niños se las tendrán que ingeniar para robar comida y mantas de la granja. La relación con los soldados alemanes hará que David deje de ver en ellos la personificación de un enemigo que mató a su padre para ver a personas como él, que en ese momento tienen la mala fortuna de vivir en países en guerra (más adelante, Ann también se dará cuenta de esto). Y hacia el final, Morpurgo logra sin forzar la trama que la situación en la que estaban los chicos se dé la vuelta, y parezcan unos héroes ante el pueblo, al tiempo que sus padres sepan qué sucedió en verdad, y que sepan que lo que hicieron, estuvo bien hecho.
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