Immortals [6]

Poster de ImmortalsImmortals
(EE.UU., 2011, 110 min)
Dirección:
Tarsem Singh
Guión:
Charley Parlapanides
Vlas Parlapanides
Intérpretes:
Henry Cavill
Mickey Rourke
Stephen Dorff
Freida Pinto
Luke Evans
John Hurt

 

Tarsem me parece un director muy interesante; pero no por sus dotes como narrador, que son bastante mediocres, sino por el sello visual tan personalísimo que tiene. Viendo sus películas, uno tiene la sensación de que el director piensa ante todo en escenas independientes, en las que pueda lucirse con elementos visuales muy llamativos (trabaja siempre con Eiko Ishioka, la diseñadora de vestuario del “Drácula” de Coppola, y se nota), estando el resultado al borde del kitsch, aunque siempre resulta muy atractivo y nunca te crujen los dientes.
   Esas escenas oníricas-fantasiosas-tenebrosas le quedan tan bien que cuando pasa a otras, te aburres, porque incomprensiblemente sus películas suelen tener poca tensión y emoción. Ocurría en “La celda”, una película que era genial cuando Jennifer Lopez se metía en la mente del asesino y que no valía gran cosas cuando estaba fuera; ocurría en “The Fall. El sueño de Alexandria”, su mejor película, en donde las historias que le contaba Lee Pace a la niña eran mucho mejores que la relación entre los protagonistas en el hospital. Y ocurre en “Immortals”, un refrito de mitos griegos que tiene de griego lo mismo que tengo yo.

   El rey Hiperión (Mickey Rourke) quiere liberar a los titanes encerrados en las entrañas del monte Tártaro para que comience otra guerra entre titanes y dioses. Para ello va saqueando los lugares sagrados de Grecia buscando el arco Epiro, una poderosa arma con la que podrá liberarlos. Cuando Hiperión llega a la aldea de Teseo (Henry Cavill), el rey mata a su madre y Teseo jura vengarla. Mientras Teseo está en cautiverio conoce a Fedra (Freida Pinto), una sibila que prevé que Teseo será una pieza clave para malograr los planes de Hiperión.

Henry Cavill en Immortals
Henry Cavill
   “Immortals” tiene partes muy flojas, que son cuando hay diálogos sin Mickey Rourke (las escenas con Rourke son muy inquietantes y muy buenas. En una película es un problema cuando el villano es más interesante que el héroe, y aquí pasa eso); y partes sobresalientes, que es cuando Tarsem monta una escenita hipnótica de las suyas. Resumidamente podría decirse de “Immortals” que te aburres cuando hablan… pero entonces bajan los dioses a patear culos ¡y cómo mola!
   Esa descompensación hace que la historia no funcione bien. Viendo lo sosote que era Teseo, y que su pueblo me caía mal (le había dado la espalda al principio), y lo mucho que me gustaban los dioses pateando culos, estaba deseando que Hiperión se saliera con la suya y liberara a los titanes, para ver más batallitas. Además, en la historia de Teseo es un estorbo el personaje de Stephen Dorff (¿qué más da que tenga aliados o no?); y la sibila y sus visiones, a la que le dan una importancia enorme, después no pinta  mucho en la historia (digamos que esa chica tenía un don para ver el futuro parecido al mío y que muchas veces utilizaba el sentido común). Y el final está a medio cerrar.
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