Indiana Jones and the Kingdom of the Crystal Skull
(EE.UU., 2008, 122 min)
Dirección:
Steven Spielberg
Guión:
David Koepp
Intérpretes:
Harrison Ford
Cate Blanchett
Karen Allen
Shia LaBeouf
John Hurt
Jim Broadbent
Supongo que el impulsor de este proyecto fuera Harrison Ford, que tras encadenar fracaso tras fracaso veía cómo su estrella se convertía en supernova. ¿Qué mejor que desempolvar el personaje que consolidó su fama y contar con el mismo director y productor para recuperar el estatus de estrella? Desde ese lejano 1989, cuando se estrenó el último Indiana Jones, el mediocre productor ha seguido enriqueciéndose con su mediocre saga galáctica (¡encima ahora tiene el doble de capítulos!) y el director, un tal Steven Spielberg, ha conseguido por fin el reconocimiento de la crítica, sigue contando con el favor del público y en los últimos años ha hecho dos de las mejores películas de la década: “Atrápame si puedes” y “Munich”.
Contando con un guión de David Koepp, con quien Spielberg hizo la notable “
La guerra de los mundos” y las interesantes “
Parque Jurásico” y “El mundo perdido”, y estando Spielberg en racha creativa, era de esperar una película notable, que es a lo que nos tiene acostumbrados últimamente. Sin embargo, este Indy resulta ser el más flojo de toda la saga.
La película se abre con una escena de acción muy buena, que hacer prever lo mejor. Los soviéticos, los malos de turno, han secuestrado a Indy para que les indique dónde está una caja almacenada por el gobierno de los Estados Unidos que contiene un secreto muy valioso. Excelente es la presentación del protagonista (el plano cenital, el sombrero en el suelo, la sombra sobre el coche y por fin Indiana girándose a cámara) como la idea de que el objeto secreto sea magnético y la pólvora y las lámparas se giren hacia la caja.
Una vez finaliza esta escena, la película entra en declive y no vuelve a alcanzar el nivel inicial. Tras este brillante comienzo viene un bache del que no sale hasta pasada media hora. Yo no hacía más que preguntarme de qué iba esa película, qué pintaban los soviéticos, cuándo iba a empezar la historia. Porque hay que ver lo que tarda en arrancar esta película. Cuando por fin lo hizo, a mí el aburrimiento se me había metido en el cuerpo y no me lo quité hasta salir del cine.
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Harrison Ford y Cate Blanchett |
Supongo que este aburrimiento me hizo ser más crítico con este Indy que con los otros y no hacía más que ver fallos en el guión: ¿cómo es posible que la KGB siga al protagonista hasta un bar y no tenga vigilada su casa? ¿Qué pistas sigue Indy –pistas encontradas haciendo algo tan sofisticado como es barrer el suelo- en la celda de Oxley para encontrar la tumba de Orellana? ¿Dónde está esa tumba? ¿Qué hace un niño vigilando esa tumba? ¿Quiénes son los hombrecillos que vigilan el templo del final? ¿Por qué en la persecución en la selva John Hurt puede coger tan fácilmente la calavera de cristal? ¿A quién se le ocurrió la tonta idea del agente doble? ¿Fue al mismo al que se le ocurrió lo de “oro es tesoro, y tesoro es el conocimiento” para justificar lo que se encuentran en El Dorado? ¿Por qué aparecen esos bichos al final?
El supuesto humor tampoco ayuda mucho. De hecho, a mí la mayoría de los chistes me parecen chuscos: Marion dando indicaciones a su hijo de cómo colocar las piernas en pleno duelo con la temible Irina Spalko. El mismo hijo, durante el mismo duelo, poniendo cada pierna en un jeep distinto, en consecuencia abriéndose de piernas y, atención que esto es desternillante, las ramas le golpean los genitales. Gag elaborado como pocos en la historia del cine. El mismo hijo, es que me mondo con Shia, emulando a Tarzán (¿para que han puesto esa escena?). El gran John Hurt haciendo el payaso… en fin.
Otra de las cosas que me chirrían son los efectos especiales. Si de las anteriores me encantaba que los efectos fueran mecánicos (de acuerdo que cuando se hicieron no existían los efectos digitales) y los bichos que aparecían eran bichos de verdad, de esta detesto los píxeles a borbotones que tiene. Sabemos que Shia jamás vio un escorpión durante el rodaje, que a Cate Blanchett nunca le picó una hormiga (que por cierto, sólo les falta dar volatines y bailar un charlestón), que los protagonistas nunca estuvieron al borde de un precipicio y que Harrison Ford no veía rocas volando, sino una pantalla azul. Han querido hacer esta película más grande que las anteriores y al amigo George se le ha ido la mano. No hay más que comparar la destrucción de los malos de “En busca del arca perdida” e “Indiana Jones y la última cruzada” con la de esta, que más que descomponerse, el personaje va perdiendo píxeles.
A pesar de todo lo indicado, no quiero dar la impresión de que este Indy es insufrible. A su favor tiene un Harrison Ford muy simpático que está a sus anchas con el personaje; técnicamente el film es sobresaliente, como todos los de su director; la película tiene detalles curiosos, como ese homenaje a “Salvaje”, la aparición del Arca de la Alianza o las referencia a la edad del protagonista; y Spielberg sigue demostrando que es superdotado en cuanto a planificación y puesta en escena.
Exclusivamente para fans y público poco exigente. El resto, abstenerse.
Bueno yo fui a verla pensando que Indy ya es mayorcito y que la emoción la pondrían en el hijo. Si es verdad que tiene detalles muy tontos pero viendo las anteriores en tv que las están repitiendo mucho últimamente, esta nueva no resulta tan absurda, fijandose bien las otras tambien cometen fallos gordos. A mi me resultó entretenida, nada más. Supongo que ahora el nuevo indiana sera el hijo no? L
Esta peli la tengo que volver a ver, porque me parece que ahora me gustaría más. Tengo amigos que son fans de Indy, así que supongo que se pidan para Navidad las pelis en blu-ray… y yo se las robaré. Y si me gusta más, actualizaré la crítica.
Buena crítica. La película particularmente me pareció malísima.
Yo lo que recuerdo era un Spielberg haciendo el vago.