Jungla de cristal [9]

Poster original de Jungla de cristalCINEFILIA
Die Hard
(EE.UU., 1988, 131 min)
Dirección:
John McTiernan
Guión:
Jeb Stuart
Steven E. de Souza
Intérpretes:
Bruce Willis
Alan Rickman
Bonnie Bedelia
Reginald VelJohnson
Paul Gleason
Alexander Godunov

 

¡Yippee-ki-yay! Con todos ustedes, una de las mejores películas de acción de la historia.

   “Jungla de cristal” supuso la consolidación de Bruce Willis como estrella de cine (acababa de aparecer en dos comedias porque venía de “Luz de luna”, y aquí dio con su género: la acción) y de John McTiernan, quien acaba de dirigir “Depredador”, como director de acción. La película fue un exitazo, y como suele pasar en Hollywood, un sinfín de películas posteriores la copiaron descaradamente, logrando films que no le llegaban ni a la suela del zapato (lo peor es que tanta copia ha provocado que “Jungla de cristal” ahora no parezca tan original como realmente es; pero ella fue la primera, y aún es la mejor).
   Casi veinticinco años después, Bruce Willis sigue brillando en el firmamento de Hollywood (ahora mismo está haciendo la quinta parte de “Jungla de cristal”), mientras que John McTiernan hizo una serie de películas muy interesantes a finales de los 80 y durante los 90, se quedó sin talento a principios de los 2000, y después desapareció por completo del mapa.
   El policía John McClane (Bruce Willis) viaja a Los Ángeles para pasar la Navidad con sus hijos y su muy reciente ex-mujer Holly (Bonnie Bedelia). Antes de ir a casa, McClane tiene que pasar por el rascacielos donde la compañía de Holly está dando una fiesta de Navidad. Pero para su mala fortuna, un grupo terrorista alemán, comandado por Hans Gruber (Alan Rickman), decide tomar rehenes y asaltar las oficinas. Pero para mala fortuna del grupo terrorista, John McClane está en el edificio.
   Cuando más sé de narrativa, más me sorprende lo bien construida y lo clarísima que es esta película (y lo bien rodada que está). McTiernan no hace más que subir y subir la tensión con unos giros brillantes, que están perfectamente plantados: por eso funcionan tan bien, porque en cuanto avanza la trama, sabes cómo se van a complicar las cosas; un ejemplo muy bueno, por sutil, es de que forma tan tonta Bruce Willis se descalza… para después pasarlo muy mal por no llevar zapatos. Aquí el patrón causa-efecto y la subida de tensión tienen la precisión de un reloj suizo.
Bruce Willis en Jungla de cristal
Bruce Willis

Y al mismo tiempo McTiernan muestra, con cuatro detalles, la evolución de los personajes de Bruce Willis, Bonnie Bedelia y Reginald VelJohnson, que interpreta al policía que se comunica con McClane. Con esa cosa tan sencilla, McTiernan logra que esos personajes resulten humanos y te importe su suerte.

   En el caso de Bruce Willis, puedes ver cómo le duele que su mujer haya vuelto al apellido de soltera, y cómo hacia al final, cuando parece que no hay solución, se abre con el policía y le cuenta todo lo que siente. Con el caso de Bedelia, el cambio es más sutil, cuando dice al final que su apellido es McClane (y a mitad tiene una nota de humor muy divertida: cuando sabe que John sigue vivo por lo cabreados que están los terroristas). Y con Reginald VelJohnson, sabes que estás esperando a su primer hijo, que nadie le hace caso, y que tuvo un problema con su pistola en el pasado; y al final, demuestra que tenía razón y supera el trauma.
   Una maravillosa y entretenidísima montaña rusa. Quien quiera aprender a tramar y estructurar narraciones, es difícil que encuentre un ejemplo mejor para analizar que “Jungla de cristal”.
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