La carreta fantasma [7]
Körkarlen
(Suecia, 1921, 107 min)
Dirección y guión:
Victor Sjöström
Intépretes:
Victor Sjöström
Astrid Holm
Tore Svennberg
Hilda Borgström
“La carreta fantasma” (1921) está considerada una de las obras fundamentales del cine mudo mundial y una de las más importantes de la historia del cine sueco. Su director, Victor Sjöström, fue una figura importantísima del mudo y el mismísimo Ingmar Bergman reconoció la gran influencia que había tenido sobre él.
En 1998 el Instituto Sueco del Cine la restauró y le añadió una banda sonora compuesta específicamente para el film. Yo creo que ésa es la mejor noticia en relación a “La carreta fantasma”, que una película de más de 90 años, de cuanto el cine no estaba considerado un arte y miles y miles de películas se perdieron, nos haya llegado a nosotros y ya tenga asegurada su permanencia. Porque la película en sí me parece muy sobrevalorada: tiene una estructura muy original y grandes momentos; pero incluso sin salirnos del mudo, Charles Chaplin, F. W. Murnau o Fritz Lang tienen obras mucho mejores que ésta.
“La carreta fantasma” está basada en una novela de Selma Lagerlöf, la primera mujer en ganar el Nobel, y para contar la historia Sjörtröm utiliza la estructura de las muñecas rusas: una historia dentro de otra historia. De este modo, el espectador va atando cabos a medida que los flashbacks van revelando nueva información que es indispensable para entender lo que pasa en el presente.
La película comienza de forma muy potente, porque hay situaciones tan misteriosas que te mantienen la atención y quieres saber más y más. Durante una Nochevieja, Edit (Astrid Holm), una chica del Ejército de Salvación que está en su lecho de muerte, pide que le traigan a un tal David Holm antes de morir. David (Victor Sjöström) es un borrachuzo que espera el cambio de año con tres amigos en un cementerio, y se niega a ir a ver a Edit. Mientras esperan a que den las campanadas, David les cuenta la historia de un amigo suyo, Georges (Tore Svennberg), quien era muy feliz hasta que llegó un día de Nochevieja y se angustió porque según la leyenda, la Muerte coge a aquel que muere el último el último día del año para que sea el chófer, durante el siguiente año, de la carreta donde lleva las almas de los muertos.
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Victor Sjöström y Tore Svennberg |
Con este comienzo, hay varios interrogantes muy interesantes. El primero es saber por qué Edit quiere ver a un borracho; luego por qué éste se niega a verla (en una escena la mujer de David visita a Edit, lo que hace que se incremente el interés); y el tercero es quién será el último muerto de ese año.
Además, esta parte tiene escenas, donde aparece la carreta, que visualmente son poéticas, tenebrosas y muy bonitas. Hoy te das cuenta de que son simple sobreimpresiones, pero en la época tenía que ser como ver “Avatar”. Y después, en esta copia restaurada ayuda mucho la banda sonora, que refuerza muy bien las atmósferas y los sentimientos que transmiten las imágenes.
A esta altura la película va abandonando la parte más inquietante de la trama para meterse en el melodrama. Durante unos cuantos minutos más, el interés se mantiene al ir desvelando el pasado de David: cómo a éste se le agrió el carácter y cómo llegó a conocer a Edit.
Donde me parece que pierde mucha fuerza es cuando se centran en Edit. Está bien cuándo descubres qué le pidió a Jesucristo, pero los siguientes flashbacks no tienen mucho sentido. No lo tienen porque Edit ve perfectamente a lo largo del año que Jesús no le ha concedido su deseo y porque en ningún momento se muestra cómo Edit se enamora de David (el enamoramiento es algo tan confuso que no sé si Edit lo dice para ganar tiempo a la Muerte o porque realmente está enamorada. Por como es el personaje, le pegaría más que fuera verdad; pero en los flashbacks no aparece nada de eso).
Y al final, tras unos giros un poco forzados, porque ya es otra película completamente distinta, “La carreta fantasma” acaba pareciéndose a “Cuento de Navidad”.
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