Mujeres al borde de un ataque de nervios [6]

Poster original de Mujeres al borde de un ataque de nerviosCINEFILIA
Mujeres al borde de un ataque de nervios
(España, 1988, 90 min)
Dirección y guión:
Pedro Almodóvar
Intérpretes:
Carmen Maura
María Barranco
Antonio Banderas
Julieta Serrano
Fernando Guillén
Kiti Mánver
Rossy de Palma
Guillermo Montesinos
Chus Lampreave
Loles León
Ángel de Andrés López

 

“Mujeres al borde de un ataque de nervios” (1988) fue la séptima película de Pedro Almodóvar y supuso su gran salto internacional y que él pasara de director de culto (hasta entonces podría metérsele en la misma categoría que a Iván Zulueta) a convertirse en el cineasta español más importante desde Luis Buñuel. En España, la película fue vista por más de 3,3 millones de espectadores, que es una cifra que muchos blockbusters de Hollywood no alcanzan, y fue la primera española en superar los 1.000 millones de pesetas en taquilla (aún hoy, los 6 millones de euros es una cifra que muy pocas películas españolas alcanzan). Cuando llegaron los Goyas, “Mujeres” estuvo nominada a un récord de 16 premios, de los que ganó 5: Película, Actriz (Carmen Maura), Actriz Secundaria (María Barranco), Guión Original y Montaje.

   “Mujeres” tuvo una carrera excelente en el mercado internacional: en Estados Unidos recaudó más de 7 millones de dólares, lo que en su día la convirtió en la película hablada en español más taquillera de la historia (en 1993 la superó la mexicana “Como agua para chocolate”); Carmen Maura ganó el Premio a Mejor Actriz en el Festival de Venecia y en los Premios del Cine Europeo, y la cinta logró el David di Donatello a la Mejor Película Extrajera, y estuvo nominada en esa misma categoría en los BAFTA, los Globos de Oro y los Oscars.
   Madrid 1988. Pepa (Carmen Maura) es una actriz de anuncios y de doblaje que no puede evitar que su pareja la abandone (Fernando Guillén). Mientras espera que su antiguo novio dé la cara, porque le tiene que dar una noticia muy importante, por una serie de casualidades descubre que éste tiene un hijo que busca casa (Antonio Banderas) con una novia muy borde (Rossy de Palma), y que una amiga suya (María Barranco) está metida en un lío con terroristas chiítas.
   Reconozco que no soy fan de Almodóvar. Muchas veces me saca de quicio lo poco que se curra los guiones, que suelen ser muy caprichosos, pero he visto muchas de sus películas, y las seguiré viendo. Lo hago porque me parece que de vez en cuando da en el clavo (da de chiripa, pero da) y porque es de los poquísimos directores españoles que sabe qué está haciendo cuando se pone a dirigir. Sus películas serán muy caprichosas, pero está claro que el resultado es la visión de Almodóvar.
   Y desde luego, si quieres verte una película almodovariana, ve las originales, no las copias, que no valen absolutamente para nada (¿a alguien le suena Albacete y Menkes? Si no te suenan, mejor no investigues).
   “Mujeres” me parece que está lograda a medias. Una película de Almodóvar siempre va a ser muy caprichosa, con una estética visual muy personal y cuidada, y una forma de actuar también muy reconocible (porque los actores imitan a Almodóvar); y las más logradas tienen momentos tan buenos que te tragas todos los defectos sin darte cuenta. “Mujeres” está llena de momentos geniales, pero hay demasiadas casualidades, y a veces parece más teatro que cine (tal vez por eso decidieron adaptarla a un musical de Broadway en 2010).María Barranco, Rossy de Palma, Julieta Serrano y Carmen Maura en Mujeres al borde de un ataque de nervios
   La película tarda en arrancar porque Almodóvar se detiene demasiado en mostrar el vida laboral de Pepa y cómo se encuentra psicológicamente. En ese comienzo, hay ideas geniales que están muy bien resueltas: cómo muestra que Fernando Guillén es un picaflor o el doblaje de “Johnny Guitar”, donde está claro que Carmen Maura siente precisamente las frases que le toca doblar. De este comienzo lo que más me molesta es Loles León, que es uno de los famosos apartes de Almodóvar (y que a mí nunca me han gustado): un personaje le hace mucha gracia y estira su intervención hasta el infinito. De Loles León lo que sí es divertido es cuando se queja de que no la dejan desayunar tranquila cuando está trabajando.
   En esa parte hay una escena que como idea está bien, pero que está hecha de forma bastante cutre, que es cuando Maura quema la cama.
   Y entonces empieza una casualidad tras otra y una cosa inverosímil tras otra. Resulta que el hijo de su antigua pareja va a ver el piso que ella pone en alquiler; María Barranco decide soltarse a hablar delante de Antonio Banderas; Rossy de Palma bebe el gazpacho dopado porque le da la gana; Maura descubre de forma muy forzada que su antiguo amante se va ir a Estocolmo, que era justo el vuelo que iban a secuestrar los terroristas chiítas, con la abogada feminista (por cierto, todas las escenas con la abogada feminista son geniales).
   Y hay momentos en el piso de Pepa, donde cantan los decorados una barbaridad (sobre todo la terraza, donde el forillo no puede ser más falso) y donde los movimientos de los actores y cómo sueltan las frases cuela en teatro, pero no en cine (pasa, por ejemplo, cuando Maura le dice a Banderas que la abogada no les va a ayudar y Barranco aún no ha salido de plano).
   Pues no hay quien se crea esta película, pero tiene momentos divertidísimos. Las actrices tienen muchísima gracia, soltando constantemente frases muy Almodóvar, y aunque todo esté muy forzado, los elementos conducen a un clímax hilarante.
0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.