La feria de las tinieblas [8]
NOVELA
Something Wicked This Way Comes
(EE.UU., 1962, 293 páginas)
Ray Bradbury
Something Wicked This Way Comes
(EE.UU., 1962, 293 páginas)
Ray Bradbury
«La feria de las tinieblas», que es una de las obras más conocidas de Ray Bradbury, comenzó siendo un proyecto de película para su amigo Gene Kelly. En 1955 Bradbury rescató un cuento a medias, «The Black Ferris» y lo convirtió en un tratamiento de 80 páginas para que lo dirigiera Kelly. Kelly intentó encontrar financiación, pero no pudo. Bradbury le dio las gracias por intentarlo, y en los cinco años siguientes transformó el tratamiento en una novela, la cual se publicó por primera vez en 1962.
La novela es un clásico de la fantasía oscura, y ha influido muchísimo en Stephen King, Dean Koontz, o Neil Gaiman. A finales de los 70 Bradbury escribió la adaptación cinematográfica, y tras varios cambios de equipo (Sam Peckinpah llegó a firmar el contrato para dirigirla), en 1983 llegó al cine de la mano de Jack Clayton («El carnaval de las tinieblas» —»Something Wicked This Way Comes»—).
Will Halloway y Jim Nightshade son dos amigos que van a cumplir catorce años el próximo Halloween. Ese año Halloween se adelanta una semana, cuando la música del calíope, a las tres de la madrugada del día 24, anuncia la llegada al pueblo de una feria ambulante. Nadie sabe que lo que realmente anuncia es que algo malvado se acerca. Los amigos ven cómo los feriantes ponen los puestos y las tiendas, y comprueban que no es una feria normal, que oculta algo muy oscuro. Para intentar frenarla, Will y Jim sólo podrán contar con Charles, el padre de Will, quien se siente demasiado mayor para tener un hijo que está entrando en la adolescencia.
«La feria de las tinieblas» es un torrente de imaginación y emoción, pero tiene una trama endeble; ésta la pasas por alto por la fuerza que tiene la voz de Bradbury: Bradbury te arroja a ese mundo y no te das cuenta de que hay cosas sin sentido.
La novela realmente trata de dos chicos que están entrando en la adolescencia, y cómo su amistad puede resentirse porque crecen a velocidades distintas, aunque tengan exactamente la misma edad. También trata de cómo un padre vuelve a confiar en sí mismo al darse cuenta de que todavía no está viejo y puede ayudar a su hijo. Habla de asumir nuestra edad y ser felices con ella. Y como Bradbury era un gran optimista, de que para vencer al mal lo mejor es… ser feliz y echarse unas buenas carcajadas.
Toda la novela tiene un tono de ensoñación, que va desde momentos muy bonitos a escenas muy inquietantes, y es tan imaginativa que te mete de lleno en ese pueblecito y en la peculiar feria. Al tiempo que vas viendo cómo son Will y Jim, que ya no son niños pero tampoco son adultos (es muy bueno el momento del «teatro» de la calle Hickory, donde ves que se están separando; y tienen mucho encanto las escenas en las que se hablan de ventana a ventana y huyen descendiendo por escaleras ocultas en la pared), y lo viejo e inútil que se siente Charles, ves cómo la feria se va adueñando del pueblo porque la gente quiere ser lo que no es.
Bradbury te lo van contando en grandes escenas: la llegada de la feria, con las telas de las tiendas tejidas con nubes; la genial idea del tiovivo; lo que le pasa a la profesora de Will y Jim; la caza de la Bruja de Polvo y su globo; el tensísimo momento de la rejilla frente al estanco (éste es muy emocionante porque Charles comienza a cambiar); el tensísimo momento en la biblioteca, o el gran clímax.
Pero la historia está llena de cosas sin sentido. No acabo de entender lo del sobrino de la Sra. Foley, si es que existía de verdad o era siempre Cooger rejuvenecido (si es lo segundo, ¿cómo desde el principio lo confundió con su sobrino?, y no sé por qué la Sra. Foley parece de repente olvidarse de él). Que Charles le diga al Sr. Oscuro dónde trabaja, justo después de que le haya mentido para evitar que encuentre a Will y Jim, no tiene sentido (el único sentido es para que se presente en la biblioteca).
El clímax, que es muy emocionante, es muy poco coherente: no tiene sentido que el Sr. Oscuro deje que Chales suba para hacer el truco de la bala (tampoco tiene sentido que la Bruja del Polvo, que en teoría se sabe el truco, esté aterrorizada al principio y el Sr. Oscuro le haga daño con su tatuaje); no se sabe qué pasa con el Sr. Oscuro en cuanto acaba el truco, y no tiene sentido que no les esté persiguiendo.
La resolución de la novela es muy cándida, pero para mí funciona.
La resolución de la novela es muy cándida, pero para mí funciona.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?