
CINEFILIA
War of the Worlds
(EE.UU., 2005, 116 min)
Dirección:
Steven Spielberg
Guión:
Josh Friedman
David Koepp
Intérpretes:
Tom Cruise
Dakota Fanning
Miranda Otto
Tim Robbins
Justin Chatwin
Morgan Freeman
“La guerra de los mundos” volvió a juntar a Steven Spielberg con Tom Cruise tras “Minority Report” (2002). De Philip K. Dick pasaron a H.G. Wells y su clásico sobre una invasión alienígena, actualizándolo y metiendo una trama muy spielbergiana: una familia disfuncional que lucha por mantenerse unida. Spielberg regresó por cuarta vez en su carrera a los extraterrestres (las otras son “Encuentros en la tercera fase”, “E.T.”, e “
Inteligencia artificial”, por mucho que tal como aparecen en ésta última, desearías que hubieran pasado de largo nuestro planeta), y logró otro exitazo, siendo la cuarta película más taquillera de 2005.
“La guerra de los mundos” estuvo nominada a tres Oscars (Montaje de Sonido, Mezclas de Sonido, y Efectos Especiales), que perdió frente a “King Kong”; y Tom Cruise fue candidato a los fatídicos Razzies como Peor Actor. En enero de 2010, la prestigiosa “Cahiers du Cinéma” la nombró la 8ª mejor película de la pasada década. A mí tanto lo del Razzie como lo de “Cahiers” me parece exagerado: la actuación de Cruise es buena, y aunque “La guerra de los mundos” no está nada mal, el mismo Spielberg tiene mejores películas en los 2000, como “Munich” o “Atrápame si puedes”, que son dos obras maestras.

“La guerra de los mundos” es una de esas raras películas que están mejor consideradas por los críticos que por los espectadores. En Rotten Tomatoes le dan un 7, con un 73% de críticas positivas; en IMDb tiene un 6,6. Me experiencia con las puntuaciones de IMDb es que las notas suelen estar muy hinchadas, que a la gente le encanta crear obras maestras, y normalmente, si bajan de 7, los films suelen ser infumables. Recuerdo que cuando se estrenó mucha gente la tachaba de mala por el final decepcionante que tiene, o simplemente decían que era una americanada y ahí se acababa la crítica. A ver, si eres un director americano, que haces películas financiadas con dólares, y que desarrollas tus historias en el país que vives, es lógico que si hablas de una invasión alienígena, sea en Estados Unidos y sus protagonistas sean americanos, ¿no? Bien que los directores españoles sitúan sus películas en España, y nadie se queja.
En cuando a lo del final decepcionante, lo es mucho; pero eso no quita que todo lo anterior sea sobresaliente. Dentro de la filmografía de Spielberg, “La guerra de los mundos” está en el grupo de “
Parque Jurásico” e “Inteligencia artificial”: un film con partes alucinantes (y cuando digo partes, me refiero a minutos y minutos y minutos), que Spielberg no sabe cerrar de forma satisfactoria. ¿Eso las convierte en malas películas? No, eso las convierte en películas notables con malos finales.
El cine de Steven Spielberg sobresale en la puesta en escena, la planificación, y la creación de momentos; y le sale tan bien, que parece sencillo lo que hace. Es impresionante lo bien que llena los planos, y no me refiero sólo las escenas de acción. Tiene un talento natural para colocar y mover a los actores por el escenario, encadenar acciones para incrementar la tensión y colocar y mover la cámara. Cuando hace planos muy largos (aquí, cuando huyen por la autovía hay unos cuantos), no se nota. A veces, cuando Brian De Palma, Alfred Hitchcock, o Martin Scorsese, que son directores excelentes, crean un plano muy largo, se nota la puesta en escena y que están haciendo un plano sin cortes simplemente para demostrar que lo pueden hacer. Con Spielberg no pasa eso.
Algunos ejemplos de la maestría de Spielberg en “La guerra de los mundos” aparecen cuando Dakota Fanning le dice a Cruise que su hermano ha cogido el coche, y Cruise se queda quieto mientras la cámara hace un traveling circular para mostrar su rostro. O cuando huyen en el coche, y les acosa una multitud: el coche cocha contra un poste de la luz y comienzan a salir chispas que se verán en otros planos, y el hombre rompiendo la luna delantera con las manos, haciéndose sangrar. O cuando Cruise arroja una rebanada de pan con mantequilla de cacahuete y se queda pegada en la ventana. No sé cómo consigue todas estas ideas visuales; pero sé que el resultado es genial y su cine muy fluido.
En “La guerra de los mundos”, Spielberg logra deslumbrar al espectador con escenas de acción magníficas, siendo original a pesar de las muchísimas películas de invasiones alienígenas que hay. El aumento de la tensión cuando aparecen los trípodes está muy bien creado. Primero muestra la formación de una tormenta extraña, utilizando el viento, y luego rayos que se ven reflejados en una ventana. Pasan unos minutos hasta que muestra los relámpagos. Se detienen todos los objetos eléctricos, Cruise va en busca de su hijo, y le indica donde ha caído el rayo. Cuando llega allí soy hay agujero en el suelo. Entonces la calzada empieza a desquebrajarse, se caen edificios, vuelan coches, y sale el trípode. Y cuando estás sin aliento, Spielberg se las ingenia para estirar más y más la escena, con detalles brillantes como la cámara de vídeo en el suelo o la señora en primer término a la que fulminan.
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Tim Robbins, Tom Cruise y Dakota Fanning |
A mitad de película, vuelve a crear una escena que te deja clavado a la butaca. La familia está esperando a coger un barco, cuando Dakota Fanning se da cuenta, gracias a los pájaros, que tienen un trípode a sus espaldas. Sube la tensión, y Spielberg utiliza al capitán del barco para mostrar que un trípode está surgiendo del agua. El clímax es muy agobiante, con detalles tan inquietantes como la gente ahogándose dentro de los coches. Para esas alturas de la película, el film se ha vuelto oscurísimo, algo muy raro en un blockbuster. La escena en la que les quitan el coche es el mejor ejemplo (con un comentario a las armas de fuego. Lo de las armas de fuego, Spielberg lo refuerza con el personaje de Tim Robbins).
Otros momentos muy buenos son el avión estrellado, la revelación de la periodista, cómo se alimentan los trípodes, cuando los extraterrestres bajan al sótano donde están escondidos (es muy, muy tenso, y dura varios minutos), cuando Cruise descubre el campo lleno de las raíces alienígenas (con homenaje a “El mago de Oz” incluido) y cuando los trípodes atrapan a Cruise y Fanning.
Sin embargo, el cine de Spielberg no es perfecto. Sus puntos débiles son crear mucha expectación para llegar a una conclusión decepcionante; ser muy blando, incluso cuando minutos antes ha sido muy duro; y querer jugar tanto con las emociones del espectador que acaba siendo deshonesto, e incluso ridículo. Hay un poco de todos en “La guerra de los mundos”.
El film tiene dos tramas: la de Tom Cruise, que evoluciona muy bien; y la de la invasión, que tiene problemas de estructura.
¡Atención, atención, que llega Carlos del Destripador!
El viaje personal de Cruise está bien, mostrando cómo gracias a sus esfuerzos, sus hijos (e incluso su ex-mujer) vuelven a confiar en él. El progreso de su personaje es muy bueno, incrementando las acciones para salvar a su hija, llegando a matar a un hombre y destruyendo un trípode, lo que hace que su hija cada vez está más cerca de su padre (hay un detalle muy bueno cuando Fanning le coge la mano esperando al barco). Esta trama tiene un problema: el hijo. Aparte de no pintar mucho, porque solo con Dakota Fanning Spielberg podía haber contado esa historia, estropea el final, cuando por arte de magia, el chaval sale de la casa. Hasta entonces, esa escena tiene mucha fuerza, pero en cuanto aparece el chico, Spielberg deja de ser honrado para buscar la emoción fácil en el espectador.
¿Por qué es poco honrado? Porque a media película mostró al chico lanzándose al campo de batalla, y a los pocos segundos vino una explosión enorme, lo que daba a entender que había muerto (en “
Tiburón”, cuando Richard Dreyfuss reaparece al final, es creíble porque Spielberg lo ha mostrado huyendo de la jaula).Y lo mete al final simplemente por pura sensiblería. Deshonesto y blando. Si quieres un final feliz, te lo tienes que trabajar.
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Tom Cruise |
En cuanto a la invasión, comienza con la mejor escena, y a partir de entonces, es un descenso de intensidad. Lo de Tim Robbins, que ni es tan oscuro ni tan espectacular como la escena del barco, debería ir antes. Y de acuerdo que en una película sobre una invasión extraterrestre, el momento de la invasión es lo más impresionante; pero suelen acabar con una batalla que es igual de buena (cambiando de género, Spielberg hizo eso en “Salvar al soldado Ryan”: tras el antológico desembarco de Normandía, cerraba la película con una batalla sobresaliente). Aquí, siguiendo la novela, dejan que las bacterias acaben con los alienígenas. Puede que a finales del XIX ese final funcionara; ahora eso, como mucho, lo puedes utilizar en un cuento de pocas páginas en el que lo que cuentas es la ironía de que lo que el ejército no pudo, lo lograron los microbios. Si lo pones en una novela, o en una película de dos horas, te aseguro que el espectador se va a sentir engañado.
Tom Cruise debería hacer algo para vencerlos. Spielberg, consciente de ese problema, pone la escena en la que destruye con granadas un trípode; y al final, cuando los extraterrestres están muy debilitados, Cruise le indica al ejército que los pájaros se posan en un trípode y así lo pueden derribar. Pero es insuficiente. Cruise debería tener la clave para vencer a los invasores y dársela al ejército, y que el ejército hiciera algo para acabar con ellos.
Podría ser que Cruise se daba cuenta de que los alienígenas morían al beber agua (en la escena del sótano), pero que un gato no, y así caía que las bacterias que a nosotros no nos hacen nada, mataban a los invasores. Entonces se lo decía al ejército y éste atacaba con aviones sulfatadores con agua enriquecida con microbios. Lo que sea, pero algo. El ejército se llevaría la gloria, aunque Tom Cruise y Dakota Fanning sabrían quién era el verdadero responsable.
A pesar de sus fallos, “La guerra de los mundos” me sigue pareciendo una película estupenda, y Steven Spielberg un directorazo. El día que deje de dirigir, el cine será un poco más pobre.
Calidad del blu-ray:
Excelente. Hay gente que se queja porque no los detalles no están tan definidos como en otros blu-rays o que los colores no resaltan tanto, pero la copia respeta la estética original. Tiene un aspecto cinematográfico genial. El blu-ray británico es exactamente el mismo que el español, pero mucho más barato.
Vimos esta película en el Odeon en Leicester Square y fue una pasada. El sonido era impresionante y te metía tanto en la escena en la que desintegran a gente que parecía que el siguiente rayo te iba a dar a ti.
El final es el que hay, si lo hubiese cambiado, ya no podría llamarse la guerra de los mundos.
¡Qué gran cine el Odeon de Leicester Square! Incluso con las butacas de leopardo…
Yo también la vi en el cine, pero en uno español, y me decepcionó bastante. No me parece que Cruise haga bien su papel, a penas expresa nada. Se salva en mi opinion, la actuacion de Tim Robbins, y Dakota Fanning siempre tan estupenda de niña. Por lo demás diría que es una serie B jeje pero con buenos efectos especiales.
Yo siempre voy predispuesto a que me guste una peli de Spielberg, aunque no siempre me gustan. Tim Robbins siempre está bien. Y a esta peli le pasa que lo mejor sucede al principio y después es cuesta abajo.