Magic [6]
Magic
(EE.UU., 1976, 243 páginas)
William Goldman
William Goldman es un escritor que ha tenido tanto éxito como guionista que esa faceta le ha hecho sombra a su carrera como novelista. Goldman tiene dos Oscars (“Dos hombres y un destino” y “Todos los hombres del presidente”); ha escrito los guiones de películas como “Misery”, “Poder absoluto”, “Un puente lejano”, o “Chaplin”; tiene unas memorias de sus años de guionistas que son un clásico (el divertidísimo “Las aventuras de un guionista en Hollywood”); y sus novelas más famosas son “Marathon Man” y “La princesa prometida”, de las que el propio Goldman hizo las adaptaciones cuando se llevaron al cine.
“Magic” es otro caso en el que Goldman adaptó su propia novela al cine. El libro, que es un thriller psicológico, se publicó en 1976, y en 1978 Richard Attenborough dirigió la película con Anthony Hopkins de protagonista. A mí me parece una novela muy curiosa de leer, porque tiene una primera mitad muy fallida y una segunda genial. (Si alguien quiere leérsela en español, está traducida y tiene exactamente el mismo título que en inglés y que la película: “Magic”).
Corky Withers es un mago profesional al que después de una vida sin éxito, las cosas le están yendo bien. Y es que ha logrado encontrar lo que le faltaba para tener carisma ante el público y poder despistarlo para que le salgan bien sus trucos de magia: una marioneta, a la que llama Fats, con la que interactúa. Pero cuando Corky está a punto de consolidarse, teniendo la posibilidad de actuar en televisión, comienza a tener problemas psicológicos que pueden echar todo al traste.
La novela está dividida en tres partes: la primera no funciona en absoluto y es terriblemente confusa; la segunda es fácil de seguir, pero no acabas de entender hacia dónde va todo eso; y la tercera, que es la más larga, es una gozada por cómo encajan cosas del principio y lo muy retorcido que es Goldman estirando una situación de tensión.
La primera parte, que “en teoría” da muestras del deterioro mental de Corky y de que hizo algo muy malo, la entendí cuando la releí después de acabarme la novela, pero ni así funciona: no crea tensión, haciendo que pienses que está pasado algo raro aunque no seas qué es, porque no tienes ni pajolera idea de lo que está pasando. Además, Goldman dedica demasiado tiempo a la señora a la que Corky le regala un collar de oro y a la chica que se liga, que son dos elementos que luego no tienen importancia.
La segunda parte da un salto atrás en el tiempo y recorre la relación de Corky con su padre, con una chica de la que estaba enamorado en el instituto (y nunca se lo dijo), con su mentor, y con su agente. Es fácil de seguir porque ves la evolución de la carrera de Corky, pero no tiene mucha tensión porque todavía no sabes qué pinta en el conjunto, y hay varios fragmentos demasiado largos (la obsesión de Corky por ser musculoso de niño, el recuerdo de su padre de un jugador de fútbol americano, su relación con su mentor y cómo práctica trucos).
La tercera parte avanza justo antes de que Corky cometa la cosa tan mala que hizo. Aparte de que narrativamente es clarísma, me encanta cómo Goldman muestra la psicología de los personajes: después de la vida que ha llevado, entiendes que Corky esté un poco desequilibrado (y cada vez que habla con su marioneta, resulta muy inquietante porque te supones qué está pasando), y muestra muy bien cómo se rompieron las vidas de dos triunfadores de instituto. Y entonces Goldman retuerce y retuerce la historia, con unos giros brillantes, en unas cuantas páginas llenas de tensión.
Me parece que esta novela tendría que haber sido mucho más corta. La mayoría del pasado de Corky tendría que estar mucho más resumida y el principio tendría que ser mucho más claro. Si “Magic” tuvieran tan solo 150 páginas, sin cambiar nada su magnífica segunda parte, sería una gran obra.
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