Una bala en la cabeza [4]

Poster original de Una bala en la cabezaBullet to the Head
(EE.UU., 2013, 92 min)
Dirección:
Walter Hill
Guión:
Alessandro Camon
Intérpretes:
Sylvester Stallone
Sung Kang
Sarah Shahi
Jason Momoa
Adewele Akinnuoye-Agbaje
Christian Slater
Jon Seda

Desde que resucitó su carrera en 2006, Sylvester Stallone ha encadenado una serie de éxitos gracias a la nostalgia: por una parte retomó sus dos series más famosas (“Rocky” y “Rambo”), y juntó a cachas de los 80 con cachas actuales en las dos partes de “Los mercenarios”. Con “Una bala en la cabeza” Stallone intenta crearse un vehículo de lucimiento como los que tenía en sus mejores años, y para ello rescata a Walter Hill, que hacía once años que no dirigía una película; pero el tiro le ha salido por la culata: menos de 10 millones de dólares recaudados en Estados Unidos, partiendo de un presupuesto de 55; y la taquilla internacional no parece que vaya a ayudar a que remonte el vuelo.

   En la corrupta Nueva Orleáns vive el asesino a sueldo Jimmy Bobo (Sylvester Stallone), quien después de hacer un trabajo, ve como su compañero (Jon Seda) muere a manos de un matón (Jason Momoa). Lo que no espera Jimmy es que para esclarecer el caso tendrá que colaborar con algo que odia: un policía honrado (Sung Kang).

Sylvester Stallone en Una bala en la cabeza
Sylvester Stallone

De Walter Hill he visto unas cuantas películas, aunque normalmente no suelen ser buenas, pero las veo porque me gusta mucho cómo le queda la violencia, y en especial los tiroteos: son muy violentos, crudos y viscerales. En eso Hill es muy bueno. (Para mí su mejor película es “La presa” —“Southern Comfort”—; la historia no es muy allá, pero funciona muy bien por lo angustiosa que es. Y si alguien quiere ver buenos tiroteos en una historia muy tonta: “El último hombre” —“Last Man Standing”—.)

   En “Una bala en la cabeza”, Hill vuelve a lucirse en las escenas de violencia, y de paso, Stallone, que con 66 años sigue luciendo palmito (este hombre tiene unos brazos como mis muslos). Pero ahí se acaba lo bueno.
   El principal problema de la película (“Una bala en la cabeza” es de esas películas-yincana en las que los personajes van a un sitio, descubren una pista que les lleva a otro sitio, y van a ese otro sitio hasta dar con el malo) es lo tontorrona y muy poco original que es: la trama la has visto mil veces, y unas cuantas veces mejor contada y con más coherencia que aquí, por lo que resulta previsible y a ratos aburrida. Stallone y Kang no tienen mucha química, por lo que su relación te da igual y no crea tensión (¿qué pasará al final?, ¿lo detendrá?, ¿lo matará? Estas preguntas nunca pasan por tu cabeza), y los intentos que hay de humor quedan un poco ridículos (a mí siempre me ha parecido que Stallone no tiene sentido del humor).
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