Memento [6]

Poster original de MementoCINEFILIA

Memento
(EE.UU., 2000, 113 min)
Dirección y guión:
Christopher Nolan
Intérpretes:
Guy Pearce
Carry-Anne Moss
Joe Pantoliano
«Memento» fue la segunda película de Christopher Nolan, y gracias al mucho ruido que hizo, la que le abrió las puertas de Hollywood. «Memento» es una película independiente muy pequeña que se hizo famosa por su originalidad: estar contada al revés. A muchos críticos, más interesados en descubrir cosas raras que historias bien contadas, los deslumbró y acabó siendo un éxito de taquilla y una película de culto. Como colofón, el film recibió 2 nominaciones a los Oscars: Mejor Guión Original (aunque está basado en un cuento de Jonathan Nolan) y Mejor Montaje.
   Leonard Shelby (Guy Pearce) acaba de matar a un hombre, Teddy (Joe Pantoliano), aunque no sabe muy bien quién es. Leonard sufrió un accidente y desde entonces no puede crear nuevos recuerdos, por lo que para moverse por la vida, utiliza un complejo sistema de fotos y tatuajes. Leonard tiene una misión: encontrar al hombre que violó y mató a su mujer. Y según sus investigaciones, Teddy era ese hombre… ¿pero es infalible el sistema de Leonard?
   Indudablemente «Memento» es muy original. Hay dos tramas, que se juntan al final: una, en blanco y negro, que va hacia adelante, y donde vas descubriendo qué mueve a Leonard (es una venganza); la otra, en color, va hacia atrás. Esta última comienza con el asesinato de Teddy, y poco a poco el espectador va descubriendo cómo ha llegado Leonard a la conclusión de que Teddy mató a su mujer (y otras sorpresas que hay a mitad y al final).
   Reconozco que tengo un pequeño problema con la originalidad en el cine, y lo tengo por lo mal entendida y sobrevalorada que está. Por supuesto que para que un arte siga vivo hay que innovar (eso también se aplica a la carrera de un creador, que tiene que ir derribando barreras en cada nueva obra). El problema que tengo es que las innovaciones tienen que tener sentido para que tengan valor, y mucha gente lo ignora: dan valor a lo original por el simple hecho de serlo, venga o no a cuento. En el caso del cine, su función es contar historias, y si hay una innovación hay que preguntarse si ayuda a contar mejor las historias, o te permite contar historias que antes no se podían contar.
   Poniendo un ejemplo de la vida cotidiana, si yo paseo por la calle con los calzoncillos en la cabeza soy muy original, porque nadie lo hace, pero no tiene ningún sentido que lo haga.
   Volviendo a «Memento», ¿esa forma tal original de contar la historia, que en este caso más o menos está justificada, hace que sea una obra maestra? Pues no, porque no lo es. Esa forma de contar la historia crea partes que funcionan muy bien, crea otras que no tanto (lo peor de la película es que a veces es incómoda de ver porque te exige demasiado esfuerzo mental para seguirla), y sobre todo sirve para enmascarar que la trama tiene muy poca coherencia. Claro que Nolan no destaca precisamente por la coherencia de sus películas.
   Los primeros minutos de «Memento» son geniales. Empieza con un asesinato, y al tiempo que el espectador descubre cómo le van a contar la historia, tiene que averiguar quién es el muerto y por qué el protagonista lo ha matado. Un punto muy alto de interés es cuando Leonard se lee el tatuaje que tiene escrito al revés en pecho, donde pone que John G. mató y violó a su mujer.
   Entonces es cuando la forma de contar «Memento» comienza a tener fallos. Si no la has visto, deja de leer, porque la destripo.
Carry-Anne Moss y Guy Pearce
Carry-Anne Moss y Guy Pearce

Ahora el espectador tiene que descubrir cómo Leonard llegó a la conclusión de que Teddy era John G. Durante unos minutos te dará la sensación de que Natalie (Carry-Anne Moss) le está ayudando desinteresadamente, pero más tarde descubrirás que le ha manipulado para que mate a Teddy.

   Y para rizar el rizo, al final descubres que Teddy utilizó a Leonard para matar al novio de Natalie. Así que la ironía está en que Teddy probó su propia medicina.
   Los problemas de la parte central son que está demasiado fragmentada y que Nolan se va por las ramas. Lo interesante para el espectador es saber cómo descubrió a John G., por lo que la historia de Sammy Jankins (un cliente que sufría su misma enfermedad y al que rechazó cuando trabajaba en una compañía de seguros) te estorba, porque no sabes qué importancia tiene (al final tiene mucha), y te estorba lo de la prostituta y las cosas de su mujer, porque ya sabes lo mucho que la echa de menos.
   Y tal como está contada la historia, hay un momento genial que al espectador se le escapa porque le falta información. Es cuando Natalie descubre los tatuajes de Leonard, y parece que se está sincerizándose con él, diciéndole que ella también perdió a alguien. Y realmente lo que está es ideando cómo utilizar a Leonard para matar a Teddy.
   La parte central, que es agotadora por la cantidad de saltos atrás que tiene, me parece que tenía que estar mucho menos fragmentada. Lo de Sammy Jankins debería ser mucho más breve (lo realmente importante es que sin darse cuenta se cargó a su esposa), y Natalie debería parecer que lo está ayudando: comenzaría cuando llega con la cara machacada a su casa y le pide ayuda a Leonard, y acabaría con esa escena de los tatuajes. Entonces el film saltaría atrás, donde verías que Natalie es una manipuladora.
   Una vez que has descubierto cómo es realmente Natalie, el film funciona mejor. El problema es el final, donde tienen que dar tantas explicaciones, y lo hacen tan rápido, que si respiras o pestañeas corres el riesgo de perderte algún dato fundamental.
   Entonces es cuando te das cuenta de que la película está llena de cosas sin sentido. No tiene explicación que Leonard se ponga la ropa de Jimmy, el novio de Natalie. No tiene sentido que Leonard se quiera vengar de Teddy marcándolo como su siguiente objetivo, ya que sabe que gracias a él logró matar a alguien (si no quería matarlo en ese momento, la venganza era tan sencilla como escribir en la foto: «Teddy es John G.»). No tiene sentido que coja el coche de Jimmy. Y Leonard confía demasiado en que alguien le ayude a resolver el caso, porque él solo no puede.
   Las reacciones de Natalie, cuando ve a un desconocido conduciendo el coche de su novio, y que además lleva puesta su ropa, no tienen sentido (ya no solo lo tranquila que está en el bar, es que incluso lo mete en su casa y le invita a pasar un par de días). Nunca se sabe cómo descubre que el Teddy que está trabajando con Leonard es el Teddy con el que quedó Jimmy. Y es increíble la grandísima potra
que tiene Natalie de que el verdadero nombre de Teddy sea John Gammell.
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