Noé [3]

Poster original de Noé
Noah
(EE.UU., 2014, 138 min)
Dirección:
Darren Aronofsky
Guión:
Darren Aronofsky
Ari Handel
Intérpretes:
Russel Crowe
Jennifer Connelly
Ray Winstone
Anthony Hopkins
Emma Watson
Logan Lerman
Douglas Booth
Nick Nolte
Frank Langella       
Con Darren Aronofsky tengo una relación de amor-odio, o mejor dicho, de mucho amor-mucho odio, porque o me encantan sus películas («El luchador«, la obra maestra «Cisne negro«), o las odio («La fuente de la vida«, este castigo bíblico llamado «Noé»). Hacía tiempo que me venía preguntando si los principales problemas de «La fuente de la vida» eran lo accidentado que fue su desarrollo y su menguado presupuesto; ahora que Aronosfsky ha dirigido una superproducción de 130 millones de dólares, me doy cuenta de que el director de vez en cuando hace grandes truños.
   Cuando el mundo está completamente corrompido, el último de los hombres justos, Noé (Russel Crowe), recibe en sueños un mensaje de Dios en el que le indica que va a acabar con la humanidad. Tras viajar con su familia a la montaña donde mora su abuelo Matusalén (Anthony Hopkins), éste le dice que el fin de los días por fuego fue profetizado tiempo ha. Noé le corrige, porque en sus sueños no ve fuego, sino agua. Matusalén le da una semilla del jardín del Edén, y al plantarla Noé, un bosque surge de la tierra yerma. Con la madera de ese bosque Noé y su familia, con ayuda de los ángeles caídos, construirán un arca donde una pareja de todos los animales se refugiarán del diluvio universal con el que Dios limpiará la Tierra.
   «Noé» es una película insufrible porque tiene un guión malísimo, pero tiene momentos visualmente magníficos porque está dirigida por Aronofsky. Las visiones de Noé son geniales, y la formación de los ángeles caídos (ellos después ya no están tan bien, porque son transformers cochambrosos de piedra), y cómo crece el bosque, y cómo te muestra que han pasado varios a años, siguiendo a dos palomas que se acercan al arca, y la llegada de los animales, y la muerte de los ángeles, y el comienzo del diluvio, y la gente muriéndose en el exterior del arca, y la historia de la creación… Pero lo que pasa entre medias solo invita a que te pongas a roncar.
Russell Crowe en Noé
Russell Crowe

La película está divida en tres partes, a cada cual más soporífera, y nunca acaba de arrancar. La primera te muestra un episodio de la infancia de Noé, cuando Tubal-Cain mató a su padre; y ya de adulto, las visiones del diluvio y el peregrinaje hasta la montaña de Matusalén y el comienzo del arca. En el rescate de Ila, no se sabe muy bien por qué les ayudan los ángeles caídos, si ya no confían en los hombres. Aunque es difícil decirlo con certeza, porque la cosa está muy reñida, posiblemente ésta sea la parte más aburrida de todas.

   La segunda es la construcción del arca. Aquí Aronofsky crea algunas tramas para que haya algo de tensión, aunque es terrible cómo están desarrolladas. Por una parte, Tubal-Cain (ahora interpretado por Ray Winstone) llega donde el arca y le exige a Noé que se lo dé. Tubal-Cain sabe que el diluvio es verdad, porque ha visto que se han metido las aves, pero como el arca está defendida por los transformers cochambrosos, se queda por ahí al lado con su ejército, dejando que Noé acaba tranquilamente el barco. Bueno, eso es hasta que empieza a llover, que es cuando deciden atacar, a pesar de los transformers cochambrosos. Yo me preguntaba por qué no habían atacado antes, si sabían que el diluvio era cierto y querían el arca.
   Aquí también aparecen dos hijos de Noé preocupados por la descendencia. Sem (Douglas Booth) está enamorado de su hermanastra Ila (Emma Watson), pero Ila no puede tener hijos. Ila le pide a Noé que busque una mujer fértil para Sem, pero Noé no quiere saber nada del tema porque no se lo ha pedido Dios (parece ser que lo de pensar por sí mismo no era uno de sus fuertes). Menos mal que el abuelo Matusalén, además de ser muy viejo, puede obrar milagros sacándoselos (Aronofsky) de la manga…
   Y el otro es Cam (Logan Lerman), que le pide a su padre una mujer, porque claro, cuando se acabe el diluvio él no va a tener una hembra, y a ese paso no va a tener descendientes (y bueno, no va a echar polvetes). Pero el padre erre que erre, y que no, que Dios no quiere eso. Entonces Aronofsky crea la historia de amor más inverosímil y precipitada de la historia del cine.
   Comienza a llover y entramos en la tercera parte. Como realmente ya no hay historia, porque han construido el arca y salvado a los animales, y sabes que no tienen que luchar contra los elementos y que se van a salvar, Aronofsky crea otras dos tramas terribles. Una tiene que ver con un polizón inesperado, y es ridícula; y la otra parece más la historia de Abraham e Isaac que de Noé, y con ella incomprensiblemente Aronofsky te dice que Noé se equivocó al ser tan fanático.
3 comentarios
  1. Anónimo
    Anónimo Dice:

    Bueno bueno…. no será para tanto jeje
    Yo he encontrado que tiene puntos muy chulos que me han gustado mucho, y otros que no hay por donde agarrarlos.
    Por ejemplo, yo hubiera prescindido de los transformes totalmente, no pegan ni con cola. Y tambien de algunas escenas forzadas como la de la hembra del hijo, a matusalen dando a la chica poder para gestar, el trastorno que adopta noe obsesionado por acabar con la humanidad,…. algunas escenas no se en qué estaban pensando cuando las han rodado.
    Pero luego tiene otro punto que me ha llegado.
    En conclusión, se trata de una peli mala, pero tiene algo especial que ha hecho que a mi me gustase.
    Eso si, de NOE no tiene nada mas que los nombres y el arca, porque es una historia inventada totalmente.
    L

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