PROYECTO NOVELA. 39- LOS DIÁLOGOS (I)

A finales de 2010 recibí un e-mail de Jonas Cobos, un hombre que quería escribir ficción pero no sabía cómo hacerlo. Estaba pensado apuntarse a un cursillo por internet, pero al ver que yo ponía uno a caldo (véase el artículo 6), me preguntaba si era el que él quería hacer. Le dije que no, pero que si sabía leer inglés, yo le recomendaba que se comprara el cursillo de Holly Lisle “How to Think Sideways”, algo que sigo recomendando a todo aspirante a escritor. También le dije que me contase cómo le estaba yendo.
   Me alegra decir que mi recomendación le ayudó mucho. Aquí os dejo con Jonas para que os cuente su experiencia:
“¿Por dónde empezar? Supongo que por el principio…
   Soy Jonas Cobos y acabo de publicar mi primer libro en Amazon en formato digital. Lo habitual en estos casos es repasar la trayectoria personal, así que vamos a ello:Portada de Susurros en la oscuridad, de Jonas Cobos
   Descubrí la lectura a los 13 años cuando en clases de repaso intentaron ayudarme a corregir un exceso de timidez y de dicción haciéndome leer en voz alta el libro “Poirot Investiga” de Agatha Christie, y a partir de ahí quedé completamente atrapado, ya a esa temprana edad imaginé una trilogía de ciencia-ficción en el que el mundo era sacado de su órbita e iniciaba un viaje por el espacio entrando en un eterno invierno (“El Sueño del Mundo”, “El Viaje del Mundo”, “El Despertar del Mundo”) e inicié varios relatos con nuevas aventuras del detective Poirot. A todo esto lo siguió varios relatos cortos escritos bajo la clara influencia de Allan Poe y Stephen King, muchos de ellos aún los conservo. Quizás por falta de la suficiente auto-estima y de la necesaria disciplina lo dejé de lado, aunque años más tarde me embarqué en el proyecto de escribir, editar, maquetar y distribuir una modesta revista literaria que tras 12 números mensuales abandoné desolado por la falta de colaboradores. Desde esa época empecé varios proyectos literarios que quedaron aparcados hasta que en diciembre de 2010 decidí que había llegado el momento finalizar todos esos proyectos y busqué información sobre cursos de escritura creativa lo que me llevó al blog de Carlos que me recomendó el curso que él estaba haciendo. Debo decir que no creo que sepa lo mucho que cambió mi vida gracias a su recomendación.
   Y ahora entramos de lleno en el tema: Gracias a ese curso descubrí que en realidad las trabas no nos las ponen los demás sino nosotros mismos. En última instancia las decisiones las tomamos nosotros y sólo nosotros. Ahí aprendí que la base principal para alcanzar tus sueños es: Constancia. Persistir todos los días en ello, escribir todos los días. No desfallecer ante los contratiempos. Si de verdad te apasiona finalmente lo alcanzarás.
   Cuando era adolescente soñaba con mirar mi primer libro desde el escaparate de las librerías.
   Ahora y después de un año y medio de trabajo, mi libro está en el mayor escaparate que existe, y no sólo en el de una librería de mi pueblo como yo soñé entonces.
   Ahora, está en mi mano, y eso es la parte más dura de la auto-publicación, el dar a conocer mi primer libro, un recopilatorio con 9 relatos paranormales y de misterio titulado SUSURROS EN LA OSCURIDAD.
   Para ello cuento con las herramientas necesarias Twitter, Facebook, etc y mi propio blog http://jonascobos.wordpress.com/
   Tan sólo decir que cuando algo te apasiona de verdad, aunque lo dejes de lado durante algunas etapas de tu vida, al final regresa a ti. De una forma u otra. Regresa y cada vez con más fuerza y sólo depende de ti que termines desarrollándolo, lo demás no cuenta, ni las críticas ni los desprecios ni los halagos, sólo está en tu mano.
   Me siento feliz de ver mi libro publicado, ya tengo empezados el segundo y el tercero. Porque esto es lo que quiero hacer, esto es lo que me gusta y me apasiona. Crear historias, imaginar otros mundos, otras vidas…”
Soy Carlos de nuevo. Antes de meternos con los diálogos, dejadme recordaros que el mes que viene es el del NaNoWriMo (aquí mi explicación; y aquí la página oficial). Y ya podéis ir pensando ideas para que vuestros teclados echen humo en noviembre.LA MECÁNICA DE LOS DIÁLOGOS
Existen dos formas de escribir diálogos:

 

   1- Forma indirecta: cuentas qué le dijo un personaje a otro:

Paco le contó a José las novedades del plan.

En el ejemplo de arriba, utilizar la forma indirecta puede funcionar porque el lector ya conoce el plan, y reproducirlo en diálogo directo sería redundante, o porque así el autor se guarda cómo es el plan para mantener el suspense, y muestra más adelante en escenas el plan.
Otro ejemplo más detallado sería:

Paco vio que José entraba por la puerta. Sin darle tiempo a sentarse, le soltó las novedades del plan: ya tenía la combinación de la caja fuerte y necesitaban que trajera su furgoneta a media noche.Tipos de bocadillos para diálogos   2- Forma directa: escribes las palabras textuales que se intercambian los personajes. Y aquí existen dos formas: dentro de un párrafo y en párrafos independientes (en español lo más normal es escribirlo en párrafos independientes).
Dentro de un párrafo:

Paco vio que José entraba por la puerta. Sin darle tiempo a sentarse, le soltó las novedades del plan: “José, ya tengo la combinación de la caja fuerte”. José se quedó quieto, habiendo arrastrado la silla unos centímetros, esperando a que continuara. “Necesitamos que traigas tu furgoneta a media noche”.

En párrafos independientes:

 

 

   Paco vio que José entraba por la puerta. Sin darle tiempo a sentarse, le soltó el plan:

 

   -José, ya tengo la combinación de la caja fuerte.
José se quedó quieto, habiendo arrastrado la silla unos centímetros, esperando a que continuara.
-Necesitamos que traigas tu furgoneta a media noche.
 O
Paco vio que José entraba por la puerta. Sin darle tiempo a sentarse, le soltó el plan:
-José, ya tengo la combinación de la caja fuerte. -José se quedó quieto, habiendo arrastrado la silla unos centímetros, esperando a que continuara-. Necesitamos que traigas tu furgoneta a media noche.

Normalmente, si te detienes a dialogar, es porque esos diálogos tienen importancia, por lo que lo mas habitual será que utilices la forma directa. La indirecta está bien para casos como el de arriba, o para dar información poco necesaria (si es completamente innecesaria, NO LA ESCRIBAS):

    Escribes:

Se saludaron.

En vez de:

-Hola –dijo Pedro.
-Hola –contestó Juan.
-¿Qué tal? –preguntó Pedro.
-Muy bien, gracias. ¿Y tú? –dijo Juan.    ¿Y qué diferencia hay entre la forma indirecta detallada y la directa? Pues que la directa tiene más fuerza. Por eso siempre, siempre, siempre tienes que dar la información fundamental de forma directa, porque si no perdería un poco de fuerza:

-Te amo. (No: Le dijo que lo amaba.)
-Estoy embarazada. (No: Le dijo que estaba embarazada.)
-¡Te mataré! (No: Le dijo que la mataría.)

Y con los chistes y las gracias pasa lo mismo: si quieres que el lector se ría, los diálogos tienen que ser directos.

EL ROLLO DE LA GRAMÁTICA
Bocadillo Estoy es aburridoEsta parte es un peñazo, pero tengo que explicarla. Trata sobre cuál es la manera gráfica correcta de escribir diálogos; lo único bueno es que es pura mecánica, y en cuando practicas un poco, es como el cambio de marchas de un coche y te sale solo.
   Normalmente, se abre un guión (aunque lo correctísimo es una raya, que es un guión más largo), y cuando quieres interrumpir el diálogo para atribuir quién dice eso, o crear una pausa que comienza con una atribución, escribes así:
-José, ya tengo la combinación de la caja fuerte –dijo Paco-. Necesitamos que traigas tu furgoneta a media noche.
Lo importante del diálogo de arriba es lo que viene después de “caja fuerte”: hay un espacio, guión, y sin espacio atribuyes que eso lo dijo Paco. Y para salir de la pausa y volver al diálogo: “dijo Paco”, guión sin espacio, y punto. Y entonces sigues con el diálogo.
   Es importante recordar que el signo de puntuación que indica la pausa en el diálogo (en este caso un punto, pero podía ser una coma o un punto y coma), siempre va después del guión que cierra la pausa, es decir:
-José, ya tengo la combinación de la caja fuerte –dijo Paco-. Necesitamos…
No
-José, ya tengo la combinación de la caja fuerte. –dijo Paco- Necesitamos…
Ahora uno fácil. Un diálogo con atribución que no continúa se escribe así (fíjate dónde va el punto):   -José, ya tengo la combinación de la caja fuerte –dijo Paco.

  Bocadillo zzzzz
Vamos a complicarlo un poco. Cuando abres una pausa para indicar algo que no es atribución, es decir, cualquier cosa que no sea un sinónimo de decir, pones un punto antes de abrir el guión donde está la pausa en el diálogo, y la pausa comienza con mayúscula, y pones otro punto después del guión de cierre; ese último punto corresponde a la pausa, pero va fuera (no me preguntes por qué):
   -José, ya tengo la combinación de la caja fuerte. -José se quedó quieto, habiendo arrastrado la silla unos centímetros, esperando a que continuara-. Necesitamos que traigas tu furgoneta a media noche.
   Y sucede lo mismo si indicas algo del diálogo sin utilizar atribución, pero no retomas el diálogo tras la pausa:
     -José, ya tengo la combinación de la caja fuerte. -José se quedó quieto, habiendo arrastrado la silla unos centímetros, esperando a que continuara.
Vamos a retorcerlo un poquito más. ¿Qué pasa con las interrogaciones y las exclamaciones dentro de un diálogo? Pues que siguen las mismas normas y quedan así:
   Cuando la pausa es una atribución o comienza con una atribución, ésta empieza con minúscula (ojo con el punto que va tras el guión de cierre):
   -José, ¡ya tengo la combinación de la caja fuerte! –dijo Paco sonriendo abiertamente-. Necesitamos que traigas tu furgoneta a media noche.
Y cuando la pausa no comienza con una atribución, ésta comienza con mayúscula:
   -José, ¡ya tengo la combinación de la caja fuerte! –La cara de Paco resplandecía-. Necesitamos que traigas tu furgoneta a media noche.
Bocadillo Me aburro
Y con los puntos suspensivos pasa lo mismo:
   -José, ya tengo la combinación de la caja fuerte -dijo Paco sonriendo abiertamente-.  Necesitamos que traigas tu furgoneta a media noche.
  -José, ya tengo la combinación de la caja fuerte –La cara de Paco resplandecía-.  Necesitamos que traigas tu furgoneta a media noche.
¿Y qué pasa con los dos puntos? Pues van después del guión de cierre (tampoco me preguntes por qué) y lo que viene a continuación empieza con mayúscula:
     -José, ya tengo la combinación de la caja fuerte -dijo Paco sonriendo abiertamente. Luego añadió-: Necesitamos que traigas tu furgoneta a media noche.
     -José, ya tengo la combinación de la caja fuerte. –La cara de Paco resplandecía. Luego añadió-: Necesitamos que traigas tu furgoneta a media noche.
Bueno, para cuando hayas asimilado toda la información que hay aquí, a los pobres Paco y José se les habrá pasado la hora de hacerse con el botín. Pero tranquilo, que ahora viene un diálogo que te encantará:
Desperezándose, y tras soltar un sonoro bostezo, Carlos dijo:
   -Esto es más aburrido que una clase de lengua.
   Y prometió que el siguiente artículo sería más divertido.

 

NOTA DE JUNIO
DE 2013: He encontrado un truco para escribir rayas en Word. Vas al menú
«Insertar» y clicas en «Símbolo». En la ventana que te
aparece le das a la pestaña de «Caracteres especiales». Ahí buscas «Guión
largo» (—, es la raya) y lo seleccionas. Le das al botón de «Teclas»,
que aparece abajo de esa ventana. En la «Nueva tecla de modo abreviado»
escribes qué combinación quieres para escribir una raya. Yo mantengo apretado «Control»
y le doy dos veces a la tecla de guión (Ctrl+-,-). Le das a «Asignar», y ya lo
tienes. Ahora es fácil escribir rayas.

Recomendaciones:

    -“The Art of War for Writers”, de James Scott Bell. Es un librito inspirado en “El arte de la guerra”, de Sun Tzu, en el que en 77 artículos Scott Bell repasa lo que es la vida del escritor; desde la importancia de la rutina de trabajo hasta llegar a la publicación. Está lleno de ejercicios y de información útil. Inspira muchísimo para seguir adelante con tu carrera de escritor. Si estás pensando abandonar, hazte con una copia, y cambiarás de opinión.
Consíguelo en Amazon.es o en Iberlibro.com

-“Building Better Plots”, de Robert Kernen. Si tienes problemas para desarrollar ideas, este libro es excelente para superarlos. Kernen explica lo fundamental de la trama y la estructura, analizando muchos ejemplos de películas y novelas, y poniendo varios ejercicios. Además, tiene una parte genial en la que explica un método para tramar utilizando tarjetas (existen programas de ordenador, pero yo prefiero estar toqueteando tarjetas).

Consíguelo en Amazon.es o en Iberlibro.com

Consigue «Susurros en la oscuridad«, de Jonas Cobos, en Amazon.es

   Bocadillos en blanco: EnEdc (Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0 Unported)Siguiente artículo: 40- Los diálogos (II)
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2 comentarios
  1. admin
    admin Dice:

    No hay de qué. Algún día me tienes que contar cómo se consigen seguidores en Twitter, que es algo que haces muy bien, y yo muy mal.

    Y si se me pasa, avísame cuando publiques más libros.

    ¡Suerte con "Sursurros en la oscuridad"!

    Responder

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