¿Qué fue de Baby Jane? [8]
What Ever Happened to Baby Jane
(EE.UU., 1962, 134 min)
Dirección:
Robert Aldrich
Guión:
Lukas Heller
Intérpretes:
Bette Davis
Joan Crawford
Victor Buono
Maidie Norman
Wesley Addy
“¿Qué fue de Baby Jane?” parte de una novela de Henry Farrell, un autor que a raíz del éxito de este film de Robert Aldrich se especializó en este subgénero en el que una pareja de mujeres maduras y un tanto trastocadas se odian, hay un secreto del pasado y un asesinato que ocultar. Curiosamente estas películas, aparte de compartir elementos de la trama, tienen títulos parecidos (al menos en inglés) y cuentan con actrices muy buenas: de Farrell son los guiones de “Canción de cuna para un cadáver” (“Hush… Hush, Sweet Charlotte”, 1964, también de Aldrich, con Bette Davis y Olivia de Havilland) y “¿Qué le pasa a Helen” (“What’s the Matter with Helen”, 1971, de Curtis Harrington, con Debbie Reynolds y Shelley Winters). La última no tiene ni la mitad de prestigio que las anteriores, si es que hay alguien que se acuerde de ella.
“¿Qué fue de Baby Jane?” cuenta la rivalidad de dos hermanas que fueron estrellas en el pasado, pero que ahora son viejas glorias. Baby Jane Hudson (Bette Davis) fue una niña prodigio en 1917, pero durante los años 30, cuando su hermana Blanche Hudson (Joan Crawford) ascendió al estrellato en el cine, Baby Jane demostró que no tenía talento para actuar y su hermana le hizo sombra. Una noche, una hermana atropella a la otra y el accidente deja postrada en una silla de ruedas a Blanche, acabando con su carrera.
Décadas más tarde, las hermanas viven juntas. Blanche aún recibe cartas de fans y sus películas se siguen reponiendo en la televisión, mientras que de Baby Jane no se acuerda nadie. Baby Jane tiene delirios de grandeza y espera relanzar su carrera como niña prodigio con más de 50 años; mientras que Blanche, que se da cuenta de que su hermana cada vez está más desequilibrada, está aterrorizada porque le tiene que contar que van a vender la casa y quiere ingresarla en un sanatorio.
El gran acierto de esta película, el que hace que sea un pequeño clásico, es la elección de Bette Davis y Joan Crawford para protagonizarla, porque como todo el mundo sabe, estas divas se llevaban de maravilla. Aquí unas declaraciones sacadas de sus perfiles en IMDb que lo demuestran:
Bette Davis sobre Joan Crawford: “No la mearía encima si estuviera ardiendo.”
Joan Crawford sobre Bette Davis en “La estrella”: “Claro que oí que se suponía que me estaba interpretando a mí, pero no me lo creí. ¿Viste la película? Es imposible que fuera yo. Bette parecía tan vieja, y con tantísimo sobrepeso.”
Bette Davis sobre Joan Crawford: “Se ha acostado con todas las estrellas masculinas de la MGM excepto Lassie.”
Joan Crawford sobre cómo fue trabajar con Bette Davis en “¿Qué fue de Baby Jane?”: “Fue uno de los mayores retos de mi vida. Lo digo de forma amable. Bette tiene un temperamento diferente al mío. Bette tenía que gritar todas las mañanas. Yo simplemente me sentaba y tejía. Tejí una bufanda de Hollywood a Malibú”.
Bette Davis: “¿Por qué soy tan buena interpretando zorras? Creo que es porque no soy una zorra. Quizá sea por eso por lo que [Joan Crawford] siempre interpreta a damas.”
Joan Crawford sobre Bette Davis en “¿Qué fue de Baby Jane?”: “Sí, me robó algunas de mis grandes escenas, pero lo curioso es que, cuando veo la película de nuevo, las robó porque parecía una parodia de sí misma, y yo todavía parecía una estrella.”
Bette Davis sobre la muerte de Joan Crawford: “Nunca deberías decir cosas malas de los muertos, solo deberías decir cosas buenas… Joan Crawford se ha muerto. Bueno.”
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Bette Davis y Joan Crawford |
En “¿Qué fue de Baby Jane?”, aparte de hacer dos actuaciones extraordinarias (Davis destaca más porque era más protagonista y con el papel que tenía, se podía lucir un poco más, pero Crawford también está genial), todo el odio que se tenían traspasa la pantalla, y en varios momentos saltan chispas. Además, al ser dos actrices tan conocidas, que ya habían dejado atrás sus mejores días, partes de la trama se pueden ver como la Davis y la Crawford interpretándose a sí mismas.
“¿Qué fue de Baby Jane?” es una película muy agobiante, y gran parte se desarrolla en el interior de una casa llena de sombras. Aldrich, con una planificación muy buena se encargaba de resaltar la tensión gracias a picados, contrapicados y la profundidad de campo (igual hoy algún recurso parece muy exagerado, pero tal como es la película y cómo evoluciona, yo creo que funciona muy bien. Al fin y al cabo no es una película realista, y te puedes permitir resaltar mucho algún detalle escabroso). Aldrich también preparaba muy bien los momentos y los estiraba más y más.
Toda la parte central es magnífica, con una evolución de los acontecimientos modélica, donde el espectador ver perfectamente que Davis cada vez se adentra más y más en la locura (sus escenas con Victor Bouno son sobresalientes por lo bien hechas que están y terribles por lo que significan; al igual que el momento en el que Davis se mira en el espejo o va a poner el anuncio por palabras en el periódico); y que Crawford cada vez está más indefensa, logrando que sufra con ella cada vez que no puede pedir ayuda. Toda esta parte coge prestado varios elementos de “El crepúsculo de los dioses” (1950), de Billy Wilder, para hacerlos más truculentos, y puede verse como un antecedente de “Misery”, de Stephen King.
Lo que peor ha envejecido de “¿Qué fue de Baby Jane?” es el principio y el final. Todo el prólogo, que es indispensable para entender el resto de la película, hoy en día resulta demasiado largo (para qué engañarnos, lo bueno es cuando aparecen Crawford y Davis y se tiran los trastos a la cabeza); y el final tiene una puesta en escena muy mala. Entiendo que Davis tiene que acabar rodeada de gente (al igual que Gloria Swanson en “El crepúsculo de los dioses”, por cierto), pero Aldrich podía haberlas escondido un poco en esa playa, que queda ridículo que nadie se dé cuenta de que están allí.
“¿Qué fue de Baby Jane?” tuvo muchísimo éxito y relanzó la carrera de Bette Davis; aunque para Joan Crawford significó su última gran película. El film ganó el Oscar al Mejor Vestuario en Blanco y Negro y estuvo nominado a otros cuatro. De las divas, tan sólo Bette Davis consiguió ser nominada, lo que provocó que Joan Crawford se pusiera en contacto con el resto de las nominadas para ver si alguna no podía ir a la ceremonia y recoger ella la estatuilla en su nombre. Anne Bancroft ganó ese año por “El milagro de Anna Sullivan”, y como no pudo asistir, Joan Crawford subió a recoger el Oscar delante de las narices de Bette Davis.
Bette Davis y Joan Crawford. Amigas hasta el final.
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