Reseña: «Septimus y el hechizo imposible», de Angie Sage
Dicen que segundas partes nunca fueron buenas. No es el caso de Septimus y el hechizo imposible, de Angie Sage, la continuación de Septimus, el niño mago que vive en un país de fantasía lleno de personajes y situaciones un poco alocados: es tan divertida e imaginativa como la anterior, pero con una trama mejor construida.
Disfruté tanto de Septimus que al acabármela me compré las seis novelas que me quedaban para completar la saga. Me alegro de haberlo hecho, esta sube un peldaño de calidad, y desde luego, tengo ganas de más.
Sinopsis
Septimus Heap ya es el aprendiz de Marcia Overstand, la Maga Extraordinaria, y se lleva muy bien con su familia natural. Lo que no sabe es que su hermano Simon, quien está resentido por haber sido pasado por alto para el puesto de aprendiz, rescató el esqueleto del nigromante DomDaniel de las marismas y con él prepara una venganza que incluye secuestrar a la princesa Jenna, y matar a la Maga Extraordinaria. Septimus será el único que podrá hacerle frente.
Análisis
Si en la anterior novela la trama se quedaba atascada a mitad, con los personajes encallados en las marismas, aquí la historia evoluciona mucho mejor. Sage se esmera en ir plantando elementos que o bien tienen importancia más adelante (como el hechizo de chocolate), o quedan sin resolver al principio, pero que retoma al final (como la jaula para la sombra que acosa a Marcia Overstand, o el extraño que pregunta por Jenna en el puerto). Además, la autora va encadenando un acontecimiento tras otro para que la trama nunca se detenga.
Tras el prólogo, donde vemos cómo Simon Heap rescata el esqueleto del nigromante DomDaniel con malas intenciones, Septimus y el hechizo imposible se divide en dos partes. En la primera, Simon secuestra a Jenna delante de todos, que no se creen que la haya raptado (los adultos son así, y solo los niños se percatan de ciertas cosas), y Septimus va en su busca.
Tras una serie de aventuras muy entretenidas, a mitad de la novela los personajes deben viajar a casa de la tía Zelda, en las marismas, donde se reencontrarán con el Barco Dragón, para más adelante regresar a la ciudad, donde todavía les esperarán más problemas.
Sage vuelve a mostrar un mundo tremendamente imaginativo con ideas muy divertidas: fantasmas guardianes (que no guardan nada porque todos los atraviesan), cortadoras de césped hechas con lagartos come-hierbas, arañas resentidas, un peculiar juego de mesas con fichas con vida propia, túneles de hielo en el subsuelo… Aparece de nuevo la rata mensajera, hay un hechizo, que se creía perdido, para poder volar, y lo que Septimus pensaba que era una piedra, resulta que es el huevo de una mascota de la que no se podrá librar.

La Maga Extraordinaria está de un humor de perros, y es que una sombra, llena de magia oscura, se le ha pegado y cada vez está más cerca de ella. Me parece una idea genial, por angustiosa. Para liberarse, Marcia está construyendo una jaula donde encerrarla, pero es un proceso muy lento ya que necesita que cada pieza tenga un hechizo concreto creado por el profesor Weasal Van Klampff. (Es muy divertido cómo Marcia y la ayudante del profesor se odian mutuamente).
En cuanto Simon rapta a Jenna, la historia se divide en dos, y Sage va alternando las dos tramas. Por una parte, Simon esconde a su hermana en la cueva de un gusano gigante, y por otra, Septimus va en su búsqueda, donde encontrará a sus asilvestrados hermanos (y a un antepasado que no esperaba encontrarse).
Uno de mis momentos favoritos, por divertido y retorcido, ocurre a mitad, cuando toda la prole Heap va a puerto y busca hospedaje. No voy a contar nada, pero implica una casa de brujas y una pensión regentada por una loca obsesionada con muñecas. Es genial de qué forma más tonta los Heap se meten en problemas, y cómo Sage va complicando cada vez más las cosas. Me partía de risa.
De la parte final, la de la ciudad, me encanta la escena en los túneles de hielo y, sobre todo, la resolución de la sombra que acosa a Marcia. Es sorprendente, divertida y angustiosa al mismo tiempo, y enlaza con el comienzo de la novela.
Si te gusta la fantasía juvenil, ¿a qué esperas para adentrarte en el mundo de Septimus Heap?
Flyte / Angie Sage / novela / Reino Unido, 2006, 448 páginas.
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