CINEFILIA
RoboCop
(EE.UU., 1987, 102 min)
Dirección:
Paul Verhoeven
Guión:
Edward Neumeier
Michael Miner
Intérpretes:
Peter Weller
Nancy Allen
Ronny Cox
Miguel Ferrer
Kurtwood Smith
Dan O’Herlihy
Tras una carrera muy interesante en su Holanda natal, Paul Verhoeven dio el salto a Hollywood en 1987 con la hiperviolenta «RoboCop». El film tuvo buenas críticas, ganó un Oscar especial por el montaje de los efectos de sonido y estuvo nominado a los de Mejor Montaje y Mejor Sonido, y creó una franquicia que incluye dos secuelas y un inminente remake, una mini-serie, una serie de televisión, dos series de dibujos animados, vídeos juegos y varios cómics. Y a mí me encanta.
Detroit es una ciudad asolada por el crimen, y la policía ya no sabe qué hacer. La corporación Omni Consumer Products, que se va a encargar de construir la nueva Detroit, Delta City, tal vez tenga la solución: robots policía. El número dos de la corporación, Dick Jones (Ronny Cox) presenta el ED-209, un robot que no funciona bien del todo. En ese momento, un joven ejecutivo, Bob Morton (Miguel Ferrer), que tiene ganas de ascender en la empresa, aprovecha para venderle su idea al jefe: un ciborg. El jefe accede, y el equipo de Morton sólo tiene que esperar a que un policía muera para poder convertirlo en un robot.
El policía Alex J. Murphy (Peter Weller) es trasladado a la comisaría de Detroit, donde tendrá de compañera a Anne Lewis (Nancy Allen). Tras congeniar, los compañeros persiguen a una banda de criminales que acaban de robar un banco, pero la persecución acaba muy mal: Murphy es acribillado a balazos. El equipo de Morton ya tiene a su policía muerto, y el ciborg que crean, al que bautizan como RoboCop, es un éxito. Con lo que no cuentan es que el ciborg no ha dejado de ser humano por completo.
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Peter Weller |
La película tiene muchísima personalidad porque está llena de la mala leche y el humor negro de Verhoeven (los telediarios son geniales, y es un recurso que repetiría en «Starship Troopers«), y tiene unas escenas de acción muy imaginativas y violentas. Además, Verhoeven aprovecha la película para criticar la política de las grandes corporaciones. Aparte de todo eso, y sin estos dos últimos elementos la película fracasaría, «RoboCop» destaca por una trama muy bien construida y un viaje personal del protagonista muy emocionante.
Comienzan presentándote ese Detroit caótico en el que la policía no tiene nada qué hacer, y cómo la corporación quiere beneficiarse de la situación… para forrarse (la rivalidad entre Ferrer y Ronny Cox está muy bien mostrada, y tiene mucha mala leche en la presentación del ED-209 y la escena de los servicios). Luego presentan a Murphy, y cuando han creado empatía por la conversación que mantiene con su compañera, se lo cargan de la forma más desagradable y salvaje posible.
Gracias es ese principio, el resto de la película funciona emocionalmente: sabes que el ser que hay bajo el traje metálico es un ser humano que antes tenía una vida (los flashbacks y la escena en la que Murphy regresa a casa son emocionantísimos), lo que provoca que estés deseando que vuelva a recordar y tenga conciencia humana; y por eso, porque conoces su pasado, la actuación de Weller resulta tan cálida cuando apenas le ves la boca. Esto también provoca que uno de los momentos más emocionantes sea cuando Murphy se quita la máscara de RoboCop, o que la película acabe tan alto con el último diálogo.
Ufff… No se, tendría que volver a verla.
Pero a mi en su dia no me gustó nada de nada.
Hace 3 o 4 años de casualidad pille el final en la tv y me pareció que estaba muy desfasada, habia envejecido muy mal. Solo me gustaba ese oque ochentero total que tenia.
La recuerdo tan mala….. quizás ahora la vea con otros ojos. Ya te contare. L
Ochentera es mucho. Pero está muy bien.