Tigre y dragón [8]

Poster original de Tigre y dragónCINEFILIA
Wo hu cang long
(Taiwan, Hong Kong, EE.UU., China, 2000, 120 min)
Dirección:
Ang Lee
Guión:
Wang Hui-Ling
James Schamus
Tsai Kuo-Jung
Intérpretes:
Chow Yun-Fat
Michelle Yeoh
Zhang Ziyi
Chang Chen

 

Tras unos años trabajando en occidente, el taiwanés Ang Lee regresó en 2000 a su país para dirigir un film en mandarín que acabó siendo la sorpresa del año. Con “Tigre y dragón” Lee logró que un género muy popular en Asia, las películas de artes marciales, llegara al gran público occidental. A día de hoy, “Tigre y dragón” sigue siendo la película no hablada en inglés más taquillera de la historia en EE.UU. (125 millones de dólares, el doble que la segunda, “La vida es bella”), y en su día recaudó unos impresionantes 213 millones en todo el mundo y batió récords en los Oscars para una película no hablada en inglés: 10 nominaciones, superando las 7 de “La vida es bella”, incluidas las de Mejor Película y Mejor Director, de las que ganó 4, empatando con “Fanny y Alexander”:  Mejor Película de Habla no Inglesa, Dirección Artística, Banda Sonora Original y Fotografía. Ese año los Oscars estuvieron muy repartidos: “Traffic” logró 4, incluido el de Mejor Director para Steven Soderbergh (fue el año que nos engañó y nos hizo pensar que era un buen director), y “Gladiator” se llevó el de Mejor Película y 4 estatuillas más.
   Li Mu Bai (Chow Yun-Fat) es un legendario guerrero que va a retirarse. Como acto simbólico de su retiro, Mu Bai le pide a su amiga Yu Shun Lien (Michelle Yeoh), otra guerrera, que entregue su espada a un amigo que tienen en Pekín. Li Mu Bai y Yu Shun Lien están secretamente enamorados, pero a lo largo de sus años de relación ninguno ha hecho nada para que su amistad se convierta en romance. Cuando Yu Shun Lien llega a la mansión pekinesa se encuentra con otra visitante, Jen (Zhang Ziyi), la joven hija de un gobernador que ansía una vida llena de aventuras como Li Mu Bai y Yu Shun Lien, pero que está condenada a un matrimonio preconcebido. Esa noche, en la mansión, un misterioso ladrón roba la espada de Li Mu Bai…
   De la moda que hubo hace diez años de películas de artes marciales (o para entendernos, de chinos voladores) hay dos que me encantan, que son ésta y “Hero”, de Zhang Yimou. Siempre me ha gustado “Tigre y dragón” un poquito más que la otra, y siempre pensé que era porque el guión de “Tigre y dragón” era muy superior al de “Hero”. Ahora me doy cuenta que estaba equivocado: el guión de “Tigre y dragón” es mejor que el de “Hero” porque es mucho más fácil de seguir (la primera vez que ves “Hero”, si pestañeas corres el riesgo de perder el hilo argumental), pero es lo más endeble de la película. “Tigre y dragón” tiene partes confusísimas, el personaje de Zhang Ziyi tiene unos cambios de comportamiento muy difíciles de entender, y a veces juegan con el suspense cuando está clarísimo qué está pasando.
Zhang Ziyi en Tigre y dragón
Zhang Ziyi

Lo más confuso de “Tigre y dragón” es su principio, cuando presentan varias tramas que convergen y a un motón de personajes (ayuda a la confusión que los personajes son chinos y cuesta mucho quedarse con los nombres). En esa parte, no sé por qué juegan con la identidad de ese ladrón tan menudo, si en cuanto aparece ya sabes quién es. Supongo que eso funcionase en la novela en la que se basa la película, pero en cine ese misterio no funciona. Me parece que en la película el espectador tendría que ver en seguida al ladrón con la cara descubierta y Michelle Yeoh debería sospechar inmediatamente de un personaje y entonces se las ingeniaría para desenmascararlo (eso aparece en el film, pero aparece un poco tarde).

   Un poco más adelante vuelve a pasar algo parecido, otra cosa que funcionaría en literatura pero no en cine, que es cuando Zhang Ziyi va a una taberna (esa escena, por cierto, es genial) y la confunden con un muchacho, cuando está clarísimo que es una chica.
   Algo que nunca he entendido de “Tigre y dragón” es la evolución de Zhang Ziyi. De Ziyi está muy bien las ansias de aventura que tiene, de romper con la vida que le dicta su padre, su historia de amor (ese flashback es una joya en sí mismo) y el emocionantísimo final, donde se da cuenta de todo el daño que ha hecho. Pero la relación de amor-odio que tiene con Chow Yun-Fat y sobre todo Michelle Yeoh, se me escapa. Además, lo que hace su maestra al final está muy pillado por los pelos (ese personaje da demasiadas vueltas para lograr algo que podía conseguir de forma mucho más sencilla).
   El guión de “Tigre y dragón” no es magnífico, pero la trama conduce a grandes momentos, tiene dos historias de amor preciosas (donde destacan dos actrices excelentes), y la película es visualmente elegantísima y espectacular de principio a fin. Y todo eso compensa, con creces, sus fallos.
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