Un mundo demasiado próximo [8]

Portada original de Un mundo demasiado próximo, de Kay KenyonNOVELA
A World Too Near
(EE.UU., 2008, 425 páginas)
Kay Kenyon
“Un mundo demasiado próximo”, tras “Un destello en el cielo”, es la segunda parte de la tetralogía de “El Omniverso y la Rosa”, una serie estupenda de Kay Kenyon que mezcla ciencia ficción y fantasía. En España poco a poco van traduciendo todas sus partes y ya sólo falta la última.
   En “Un mundo demasiado próximo”, Titus Quinn tiene que volver al Omniverso para realizar una misión importantísima: salvar la Tierra. En la anterior parte, gracias a un mensaje que le envió su mujer Johanna, Titus descubrió que en la ciudad de Ahnenhoon se oculta un motor enorme que genera la energía que mantiene vivo el Omniverso, pero que para crear esa energía están destruyendo todas las estrellas de nuestro universo, y si Titus no lo detiene, la Tierra morirá para alimentar al Omniverso. Entonces Titus regresa al Omniverso con un brazalete en el tobillo, que en verdad es una bomba que tiene que detonar en el motor de Ahnenhoon, pero en su regreso le acompaña alguien con el que no contaba: la ambiciosa Helice Maki.
   Kenyon, que tiene mi blog favorito para escritores, me encanta por lo imaginativa que es creando mundos. En esta segunda parte, aunque ya sabes cómo es el Omniverso, sigue deslumbrándote con ideas geniales de los seres que lo habitan y la tecnología que utilizan. También es muy buena subiendo la tensión: la novela está narrada a través de un montón de puntos de vista, y unos cuantos personajes no hacen más que ocultar información y cambiar alianzas, y Kenyon te lo desvela cuando menos de lo esperas.
   En esta parte explota muy el brazalete, un elemento del que nunca sabes quién miente y quien dice la verdad, y cómo personajes que te caen bien, tienen interesen encontrados (MoTi, Johanna, Sydney, Titus y Cixi). Kenyon sigue subiendo la tensión de elementos que se resolverán en las siguientes novelas (los paion, que no se sabe muy bien qué son, o la reunión de la familia Quinn, que va empeorando por momentos). Y cuando se juntan varias tramas, la autora logra mucha emoción.
   Las únicas pegas que tengo del estilo de Kay Kenyon es que a veces te da información fundamental muy por encima, cuando sería mejor que se hubiera detenido a escribir una escena, y que a veces cambia del punto de vista muy bruscamente, y tardas un poco en situarte en el nuevo personaje, lo que hace que estas novelas te las tengas que leer muy lentamente si no quieres perderte; lo cual es muy frustrante, porque al mismo tiempo, por lo bien que sabe subir la tensión, tienes ganas de leer más y más deprisa.
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