Vals con Bashir [6]
Vals Im Bashir
(Israel, Francia, Alemania, EE.UU., Finlandia, Suiza, Bélgica, Australia, 2008, 90 min)
Dirección y guión:
Ari Folman
Intérpretes (v.o.):
Ari Folman
Ori Sivan
Ronny Dayag
Schmuel Frenkel
“Vals con Bashir” fue una de las películas más prestigiosas de 2008. La cinta se exhibió por primera vez en el Festival de Cannes, y a lo largo de los meses la crítica se puso a sus pies y la película arrasó con un montón de premios: “Vals con Bashir” ganó el Globo de Oro y el César a Mejor Película Extranjera, y estuvo nominada a los Baftas a Mejor Película Extranjera y Mejor Película de Animación (perdió frente a “Hace mucho que te quiero” y “Wall-E”) y se coló entre las nominadas al Oscar a Mejor Película de Habla no Inglesa (ganó la bastante floja “Despedidas”).
“Vals con Bashir” es una peculiar película de animación que, como si fuera un documental, acompaña a su director, Ari Folman, en su recorrido por descubrir si él estuvo presente en la masacre de Sabra y Shatila durante la Guerra del Líbano. Folman lleva tiempo teniendo una pesadilla con perros, que sabe que hace referencia a una experiencia suya durante la guerra; pero hay un sueño que no sabe si es un recuerdo o una simple fantasía, en el que se ve de joven saliendo del agua con otros soldados y acercándose a donde ocurrió la masacre. Entonces Folman decide investigar el asunto, y entrevistando a antiguos amigos y a gente que estuvo en la guerra, al final desentrañará el misterio.

La estructura de “Vals con Bashir”, en el papel, es una idea muy buena, porque poco a poco Folman va explorando qué supuso esa guerra para los personajes, y el film está lleno de situaciones muy bien desarrolladas y resueltas. Pero en “Vals con Bashir” se da una paradoja enorme: el punto fuerte de la película es que es de animación; y el punto débil de la película es que es de animación.
Gracias a su animación, visualmente es única y genial, además transmite muy bien el sentido de ensoñación que son los recuerdos, y logra unos valores de producción que serían imposibles de afrontar con una película de acción real. Pero al ser de animación, y tener unos personajes muy poco expresivos (siempre tienen caras tristonas), de principio a fin ves la película desde la distancia, sin sentirte emocionalmente involucrado en lo que cuenta; y momentos que serían sobrecogedores y muy emocionantes en acción real y con buenos actores, en “Vals con Bashir” son muy fríos. Sucede lo mismo con las entrevistas, que lo que cuentan los entrevistados tendría mucha fuerza si viéramos a personas de carne y hueso, pero como aquí ves dibujos animados bastante inexpresivos, te distancias y apenas sientes nada.
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