VIDA DE ESCRITOR: 10 AÑOS PARA LOGRARLO

El caso es que como había estudiado tanto sobre el éxito, hace tres años Butler-Bowdon publicó un libro sobre él: «Never Too Late To Be Great», es decir, nunca es tarde para ser grande (actualización de mayo de 2016: está traducido, «Nunca es demasiado tarde»). Allí descubrió algo muy importantes: salvo muy raras excepciones, la gente que tuvo éxito necesitó 10 años de aprendizaje y esfuerzo continuado para lograrlo, por lo que él recomienda que tomes decisiones pensando a largo plazo. Me parece curioso porque es precisamente el mismo plazo de tiempo que yo doy si quieres ganarte la vida como escritor.
10 AÑOS
Normalmente cuando le dices a la gente que tiene que dedicar 10 años de su vida para lograr algo, se desanima. Creo que el principal culpable es que no quieren verse con 10 años más, aparte de la influencia de la sociedad en la que vivimos, que está obsesionada con el éxito inmediato. Pero si lo piensas, y todo va bien, dentro de 10 años seguiremos aquí, y de ti depende si quieres ser simplemente más viejo, o ser más viejo y vivir de lo que te encanta, o por lo menos de algo relacionado con ello.
Es decir, pongamos que tienes 45 años y te gustaría ganarte la vida como escritor. Te digo que hacen falta 10 años. Entonces te entra el pánico y de repente te ves con 55.
Vale, la vida se vive día a día, y entre los 45 y los 55 años hay 3.652 días. En ese periodo vas aprendiendo la técnica y dándote a conocer como escritor. No es que te pases un decenio sin lograr nada, y de repente te llegue todo de golpe.
También puedes mirarlo de esta otra manera: tanto si te pones a escribir, pensando que dentro de 10 años podrás vivir de ello, como si no, ¿qué edad crees que tendrás entonces?
¿Pues a qué esperas para ponerte a escribir?
En el caso de los escritores creo que hay varios factores que hacen que la gente no sea consciente del tiempo que lleva esto. Algunos se piensan que es algo fácil, ya que todo el mundo sabe escribir, y que es vivir del cuento.
A eso yo contesto que todo el mundo sabe escribir frases, pero no historias, que son dos cosas muy distintas. Y que si realmente les parece vivir del cuento, pues que no sean tontos y se suban al carro, que esto es un momio.
Me río entre dientes pensando a ver cuánto duran.
También se asume, por ejemplo, que si quieres ser médico, la carrera ya de por sí es muy larga, a lo que hay que añadir el tiempo que te lleve conseguir una plaza fija, que también son varios años. O abogado. O profesor. O muchas profesiones; ya sea que quieras trabajar para el Estado, porque aprobar una oposición y lograr plaza es muy difícil, o porque necesites hacerte con una cartera de clientes fija que te mantenga, que es algo que lleva bastante tiempo.
Bueno, pues ser escritor es lo mismo. Lo que pasa es que no hay una titulación oficial (de lo cual me alegro), y tienes que aprender por tu cuenta e ir consiguiendo lectores que paguen por tus libros también por tu cuenta. PENSAR A LARGO PLAZO
Tom Butler-Bowdon utiliza algo que aprendió del libro de 1959 «La magia de pensar a lo grande» («The Magic of Thinking Big»), de David J. Schwartz, pero lo adapta a la sociedad actual, ya que somos más longevos, para ver el tiempo que nos queda de vida laboral.
Supongamos que comenzamos a trabajar con 20 años, y que nuestra esperanza de vida será de 80. Si trabajas en lo que te encanta, que es el caso de los escritores, no te vas a jubilar, así que trabajas hasta que mueres.
Teniendo eso en cuanta, si tienes 45 años, significa que has utilizado 25 de tu carrera, y te quedan 35; es decir, aún te queda el 58% de tu carrera laboral para hacer lo que quieras con ella. La mitad se alcanza con 50 años, que es cuando la gente comienza a pensar en la jubilación. Incluso si tienes 65 años, aún te queda un 25%. Y es que los 10 años para establecerte solo representan el 16,6% de tu carrera. ¿A que ahora parece mucho más fácil?
Sabiendo esto, cada vez que decidas algo concerniente a tu carrera, pensarás a largo plazo, y por desesperado que estés, rechazarás ofertas que te «ofrecen» beneficios a corto plazo.
En mi caso, he rechazado todas las empresas de auto-publicación y de co-edición (estas últimas suelen venirte con cantos de sirena que te elevan el ego, pero que solo tienen un objetivo: llenarse ellas los bolsillos). Me niego a mandar mis novelas a editoriales de Cantabria. Varias personas me lo han sugerido, porque posiblemente sea más fácil lograr que me publiquen, jugando la carta de que nací y vivo ahí. No quiero porque no escribo cosas regionales, no me siento cántabro en absoluto (nacionalismos o regionalismos y Carlos, aceite y agua), y quiero llegar al mayor número de personas posible a las que les interesen mis obras, no solo a gente de Cantabria. La última vez que os conté, erais 470 millones de hispanohablantes diseminados por todo el planeta.
Rechacé participar en una
novela escrita a varias manos, que se iba a colgar gratis en internet. Ni lo de
escribir a varias manos, ni lo de darla gratis me parecían buenas ideas para
promocionarme.
Rechacé participar en una
novela escrita a varias manos, que se iba a colgar gratis en internet. Ni lo de
escribir a varias manos, ni lo de darla gratis me parecían buenas ideas para
promocionarme.
Solo utilizo Amazon para mis libros auto-editados, porque quiero llegar a todo el mundo y no tener que pagar por la edición. Y para mis novelas quiero llegar a una editorial tradicional que tenga una buena distribución.
Con mi blog, he rechazado a todo el que me ofrecía colgar artículos enteros míos en otras páginas, para beneficiarme de los enlaces (yo daba las gracias, pero mi razonamiento era que si ponían artículos enteros, los que se llevaban las visitas eran ellos, porque nadie pincharía en el enlace para conocer mi blog). Y rechacé a unos que decían querer ayudarme a promocionarme, cuando lo que realmente querían era que pagara para aparecer en su página.
Ten los objetivos claros, vete dando pasos poco a poco, y no tengas miedo de decir no. Verás como a la larga merecerá la pena.
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Tengo 67 años, y una novela en proceso. Sus palabras me llenaron de ánimo y entusiasmo ¡Gracias!
¡Muchas gracias Guadalupe por su comentario! Ahora lo importante es no abandonar hasta acabar la novela. Y después, a por la segunda.