Wall-E [7]
(EE.UU., 2008, 98 min)
Dirección:
Andrew Stanton
Guión:
Andrew Stanton
Jim Reardon
Intérpretes (v.o.):
Ben Burtt
Elissa Knight
Sigourney Weaver
Pixar debe de ser de las pocas productoras que no ha perdido el norte en Hollywood. Con la asistencia a las salas cayendo en picado y los presupuestos disparándose, las grandes productoras hacen superproducciones carísimas que necesitan un público muy amplio para ser rentables. Es la pescadilla que se muerde la cola: si no hacen películas muy espectaculares, la gente no irá a verlas; y las películas espectaculares son caras y necesitan mucho público para lograr beneficios. El resultado son filmes cada vez más hinchados pero a la vez más huecos y simples, para que incluso los niños de cuatros años puedan entenderlos. Este año he sufrido dos ejemplos clarísimos de esta tendencia: “Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal” e “Ironman”.
Sin embargo, no quiero dar a entender que todo el cine americano está infantilizado. De Estados Unidos vienen “Juno”, “Antes que el diablo sepas que has muerto”, “Pozos de ambición”, o “Michael Clayton”. El problema son los blockbusters, siendo la última y excelente película de Ridley Scott (“American Gangster”) la excepción a la regla.
Y Pixar es otra excepción. Desde 1995 llevan haciendo películas de animación por ordenador que pueden disfrutar tanto los niños de cuatro años como los ancianos de 80. Suelen ser dinámicas y divertidas, tener buenas tramas, e ideas muy buenas. Normalmente son tiernas sin caer en lo cursi y siempre son técnicamente deslumbrantes (ningún otro estudio de animación por ordenador se acerca a sus resultados). De los nueve largos que han producido hay tres que me parecen sobresalientes: “Monstruos S.A.”, “Buscando a Nemo”, y “Ratatouille”.

Los primeros 40 minutos son excepcionales, donde narran, sin diálogos, la vida que lleva el robotito en una Tierra aún más contaminada que ahora. Y es muy difícil lo que consiguen sin recurrir a la palabra: sabemos que la Tierra está deshabitada y que solo queda el robot de limpieza Wall-E y una cucuracha, que a Wall-E le gusta coleccionar cosas y que se siente más solo que la una. Y ya en esos primeros minutos le cogemos un cariño tremendo al recogebasura.
En esa primera parte está igual de bien contada la relación de Wall-E con la sofisticada y arisca Eva. Esta primera mitad está llena de buenos gags, como cuando Wall-E desecha un anillo de diamantes para quedarse con la caja que lo contenía, los intentos de Wall-E por coger la mano de Eva o la escena donde le enseña su guarida.
El problema que le veo al film es que Wall-E es un personaje tan bueno que la película pierde puntos cuando éste pasa a un segundo plano, lo que sucede en la última parte del film. Este maravilloso personaje, que debe mucho al vagabundo Charlot, pierde protagonismo en favor de una trama donde se critica la sociedad de consumo, el mal uso de la tecnología y la estupidez humana (temas ya apuntados al principio y que aquí se hacen explícitos). Y a mí, sinceramente, me interesaba mucho más la vida de Wall-E que lo que les pudiera pasar a los gordinflones humanos. De hecho, en esta segunda parte, los mejores momentos vuelven a ser para Wall-E (como cuando se lleva el Sputnik en la cabeza al abandonar la Tierra, cuando baila en el espacio con Eva o cuando va al centro de reparaciones). Esta parte no está mal, y es muy emocionante, pero no llega a la altura del comienzo.
Lo que queda para el recuerdo es una película que visualmente es muy espectacular (tal vez sea la que más de la Pixar) con un protagonista encantador, pero que no llega a la altura de las grandes películas de la productora. A pesar de los defectos, el film es notable.
Es una pelicula muy bonita, que dentro de unos dibujos de animacion creo que hay un argumento adulto que quizas no todos sepamos ver. Muy tierna y muy realista a la vez. Es mi opinion.
¡Pixar es genial! A ver si vuelvo a verla.