X-Men: Días del futuro pasado [5]
(EE.UU., Reino Unido, 2014, 131 min)
Dirección:
Bryan Singer
Guión:
Simon Kinberg
Guión:
Simon Kinberg
Intérpretes:
Hugh Jackman
James McAvoy
Michael Fassbender
Jennifer Lawrence
Patrick Stewart
Ian McKellen
Nicholas Hoult
Peter Dinklage
Evan Peters
Ellen Page
Halle Berry
Anna Paquin
Omar Sy
Shawn Ashmore
Famke Janssen
James Marsden
Kelsey Grammer
Kelsey Grammer
Bryan Singer, que dirigió las dos primeras partes, ha vuelto a la franquicia de X-Men doce años después. La película, por cómo es el guión y para mantener la coherencia, tiene un reparto plagado de estrellas, y tiene una parte visual muy atractiva, ya que mezcla el look retro de los años 70 con escenas futuristas. «X-Men: Días del futuro pasado» está recibiendo las mejores críticas de toda la serie, y está arrasando en taquilla, siendo ya, cuando aún no acabado su carrera en los cines, la más taquillera con diferencia (fuente: Box Office Mojo).
En 1973 el Gobierno comenzó un programa para crear robots que pudieran mutar y así luchar con las mismas armas contra los mutantes. Cincuenta años más tarde, los robots casi han acabado con su trabajo, ya que muy pocos mutantes quedan con vida. El profesor Charles Xavier (Patrick Stewart) descubre a un pequeño grupo de mutantes en China, entre los que se encuentra Kitty Pryde (Ellen Page), una chica que tiene el don de viajar al pasado para cambiar el futuro. Pryde mandará a Lobezno (Hugh Jackman) a 1973, donde tendrá que contactar con Xavier (James McAvoy) y Magneto (Michael Fassbender) para que le ayuden a cambiar el pasado.
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Hugh Jackman |
Pasando por alto una pequeña e insalvable incoherencia narrativa (si el Gobierno comenzó a fabricar robots en 1973, en las películas anteriores debería haber al menos alguna referencia), el film tiene un comienzo muy potente. Singer te presenta una escena de acción sobresaliente (todas lo son en esta película), donde ves que un grupo de mutantes en Rusia es masacrado por unos robots; a continuación Charles Xavier y compañía se reúnen con esos mismos mutantes en China. Entonces viene la explicación: los viajes en el tiempo, y cómo gracias a ellos, podrán cambiar el futuro. Y como esos viajes son muy dañinos, sólo Lobezno será capaz de viajar.
Confieso que con tantos saltos atrás y adelante en el tiempo, y tantos spin-offs, me pierdo con la cronología de X-Men y lo que les ha pasado a los personajes en entregas anteriores. Y si eres como yo, te va a pasar como a mí, que varias partes se te hacen lentas y aburridas porque no recuerdas a qué hacen referencia varias cosas.
Cuando sucede el salto al pasado, la película ya ha plantado muy bien la misión que tiene que llevar a cabo Lobezno, y lo que significa el fracaso (tiene que evitar que Mística —Jennifer Lawrence— mate a un científico y sea apresada, porque construyen los robots con su ADN). Entonces la acción se detiene con la presentación de Charles Xavier, y yo me enteraba de la mitad de las cosas.
Luego tienen que rescatar a Magneto de una cárcel ultrasecreta y ultrasegura. Te presentan a Peter Maximoff (Evan Peters), que es un mutante que se mueve a toda pastilla, y las escenas del rescate son de las mejores de toda la película (no sé si Singer se inspiró en «Vecinos invasores» —2006—, pero en esa película hay un momento muy parecido cuando el tiempo se ralentiza).
Ahora vienen unos cuantos minutos sobre rencillas del pasado entre Xavier y Magneto que para mí eran chino mandarín. La película avanza, y entonces te das cuenta de que el rescate de Magneto no tiene ningún sentido: en ningún momento es fundamental para detener a Mística, porque no hace absolutamente nada que no pudieran hacer los otros, y sólo está para que sea el villano de turno.
En un momento demencial, Magneto, que sabe que no pueden detener a Mística, decide que la solución es matarla… cuando están rodeados de policías y militares.
Ahora Magneto es muy malo, Xavier y Lobezno aún tienen que detener a Mística, que sigue erre que erre, y el Gobierno da luz verde a los robots mutantes. La última media hora es muy trepidante, con la acción saltando constantemente del pasado al futuro, con momentos muy imaginativos y espectaculares (el único fallo es que a los «viejos» X-Men apenas los has visto, y cuando van cayendo no sientes nada), pero la resolución del clímax es muy decepcionante.
Ahora Magneto es muy malo, Xavier y Lobezno aún tienen que detener a Mística, que sigue erre que erre, y el Gobierno da luz verde a los robots mutantes. La última media hora es muy trepidante, con la acción saltando constantemente del pasado al futuro, con momentos muy imaginativos y espectaculares (el único fallo es que a los «viejos» X-Men apenas los has visto, y cuando van cayendo no sientes nada), pero la resolución del clímax es muy decepcionante.
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